Compresas, tampones, mooncup, compresas de tela, sangrado libre... Pero ¿qué elegir para sentirnos respetuosas con nuestro cuerpo y ser, el medioambiente, sentirnos libres y felices de ser mujeres? Para mí, la solución no está en el anuncio con la mujer vestida de minifalda o pantalón blanco, que asegura que no notarás nada, te sentirás libre porque con este producto será como si no estuvieras sangrando. No, para mí eso no es libertad. Para mí, eso es oprimir parte de mi ser y de mi cuerpo. Si combino ese prodcuto que hará que ni notaré que estoy sangrando con la píldora para controlar los días y unos analgésicos por si me molesta, ya casi me he convertido en un hombre, ¿no? Por lo menos me he convertido en el modelo-mujer que nos venden que debemos ser para ser eficazes y felices, pero que no es real y no toma en cuenta nuestra naturaleza. Así que he buscado alternativas. Durante mucho tiempo he ido probando y re-probando las diferentes alternativas, y quiero compartir mi experiencia, lo que funciona para mí. Y las muchas preguntas, dudas y el gran interés que despertó la entada sobre el sangrado libre, me lleva a intentar explicar cómo funciona y cómo llevarlo a cabo.
TAMPONES
No escribiré mucho sobre los tampones. Hace años que no las uso, y desde que dejé de usarlos nunca más he vuelto a tener sequedad vaginal. Nunca más. Ni escozor ni olores raros. Y eso que usaba tampones ecológicas. Las no-ecológicos llevan químicos y componentes que pueden dar reacciones alérgicas y problemas de salud, pero no voy a entrar en eso aquí, se merece un post aparte. Y seguro que todas conocemos el impacto sobre el medio ambiente al usar tampones y compresas desechables.
Muchas mujeres me han contado que optan por usar tampones combinados con compresas porque tienen un sangrado tan abundante que si no manchan. Yo también lo tenía. O, es decir, lo sigo teniendo pero ya no es un problema porque uso otras alternativas. Los primeros días, cuando usaba tampones, a veces tenía que cambiar cada hora, y los dos primeros días llevaba a parte también compresas por si acaso. Eso es libertad? No, eso para mi es esclavitud.
COMPRESAS DESECHABLES
Durante periodos he optado por usar sólo compresas. Para darle un descanso a mi cuerpo y vagina. Siempre he optado por compresas ecológicas y me han ido relativamente bien. La única vez en mi vida que he tenido una infección vaginal fue porque usé una compresa no ecológica de una marca barata. Por los componentes de la compresa, los químicos con los que están tratadas (las ecológicas supuestamente no) y la propia celulosa con las que están hechos pueden provocar reacciones y hongos. Las compresas desechabes pueden producir olores desagradables con el contacto con la sangre menstrual. No es la sangre en sí que huele, si no el contacto de la sangre con la compresa y sus componentes que producen el mal olor. (puedes comprobar que la sangre huele a eso, sangre limpia, pero nada más)
Una mujer que tiene un sangrado abundante tendría que cambiar a menudo, y la piel está siempre húmedo y puede molestar.
COPA MENSTRUAL/ MOONCUP
Cuando descubrí la copa menstrual hace unos 6 años, para mí fue el primer paso hacía la libertad y el disfrute de mi menstruación. Aunque tardé unos meses en conseguir colocarmelo bien para no manchar, me sentía a gusto, no dependía de nada. Una alternativa ecológica, saludable (pensaba entonces, ahora no estoy tan segura) y cómoda. Pero después de varios años, empecé a trabajar la conexión con mi útero, volver a crear esa sensibilidad que nos permite sentir y percibir ese músculo interno. A medida que iba creciendo mi sensibilidad, mi cuerpo empezaba a rechazar la copa menstrual. Cada vez que me lo colocaba notaba una gran presión en el cuello del útero. Al introducirlo, se crea un vacío en el interior de la vagina, y eso succiona el cuello del útero hacía abajo. Y eso moelsta, incluso duele. Mientras no sentía mi útero, no sentía la presión, pero luego la presión me obligaba a dejar de usar la copa menstrual. Otra cosa que notaba con la copa menstrual es que succiona la sangre del útero con el vacío que se crea en la vagina. Bueno, cómo está la copa ahí para recolectarlo no pasará nada, podemos pensar. Pero después de empezar con el sangrado libre, darte cuenta de que el cuello del útero funciona como un esfínter y que se puede controlar y sentir cuando se produce una descarga de sangre del útero, ¿realmente es bueno que ese esfínter esté bajo presión constante durante varios días al mes? No lo sé, pero por lo menos no puede hacer su función, y sólo me puedo imaginar lo que pasaría ocn otro esfínter del cuerpo si hicieramos lo mismo. Así que dejé de usar la copa y decidí probar el sangrado libre.
COMPRESAS DE TELA
Hace poco tiempo que las probé pero me encantan. Hay de los que se compran con la forma de compresa, muy cómodas y fáciles de lavar, que duran muchos años, pero igual sirve una toalla vieja cortada en trozos. No huele (te darás cuenta de que la sangre en sí no huele mal, el mal olor se produce cuando toma contacto con los componentes de la compresa desechable o el tampón) y son suaves y cómodos. Lo malo es eso, hay que lavarlos. Yo nunca he usado sólo compresas de tela, porque empecé a usarlos cuando estaba experiementando con el sangrado libre, para no manchar las bragas. Hoy en día, el primer día de menstruación, si tengo que trabajar o hacer muchas cosas me suelo poner uno, por si acaso mancho un poco. Para mí ha sido la alternativa más cómoda: el sangrado libre y compresas de tela los primeros días cuando no lo controlaba del todo.
SANGRADO LIBRE (para leer más pincha aquí)
Nada más me podría dar más ilusión, que ver el gran interés, las ganas de tantas mujeres de ser amigas y amantes de sus propios cuerpos, vivir con consciencia y descubrir la sabiduría de nuestros cuerpos. El mundo está cambiando y somos todas las semillas de ese cambio. Para los que no conoceis el sangrado libre consiste en no usar nada externo para parar o recolctar la sangre menstrual, si no volver a usar el esfínter de cuello del útero para notar cuando el útero está lleno y necesita descargar la sangre (la sangre no sale continuamente sino se produce una descarga de vez en cuando cuando el útero lo necesita, la misma función que la vejiga con la orina).
Hace ahora 9 meses que uso el sangrado libre. Dicho así, sueña como un método, pero en realidad sólo es la función normal de nuestro cuerpo. A pesar de tener una menstruación abundante y que dura 4-5 días, no hay escapes y relamente ya no podría decir que tengo "una menstruación abundante" y sólo noto las señales de necesidad de decarga los primeros dos días, luego simplemente cuando voy a hacer pipí noto que sale un chorrito de sangre al mismo tiempo.
Los primeros meses, contentísima empezaba a notar una leve presión dentro de mí, no podía situarlo del todo pero me imaginaba que era el cuello del útero. Era la señal de que el útero necesitaba descargar la sangre. Para conseguir notarlo, estuve varias menstruaciónes en casa tranquila para poder sentir mi cuerpo. Planeé los días para no tener que hacer nada, le expliqué a mi familia el proceso y lo importante que era para mí poder estar estos días en casa tranquila. Al principio no distinguía cuál era la señal, y iba corriendo al baño cada media hora por si acaso, cada vez que notaba algo en la pélvis, por muy pequeño que fuera. Así, poco a poco la señal del esfínter del cuello del útero se distinguía más y más, y ahora, lo siento como si fueran ganas de hacer pipí, pero un poco diferente porque viene de otro lugar en la pelvis.
Una amiga que se animó a probarlo, me contó que lo consigió también los primeros dos-tres días cuando el sangrado era más abundante, pero que luego era difícil. Coincidía en lo que ella decía, porque al ser menos sangre las señales eran mucho más leves y no se podían controlar. Ahora no necesito controlarlo porque simplemente dejo de sentir las ganas de vaciar el útero, pero cuando voy al baño y hago pipí sale un chorrito de sangre. Y eso que no notaba nada ni había nada de manchas en las bragas. Creo, que es porque ahora el esfínter ha vuelto a funcionar como debe y mantiene la sangre dentro del útero hasta que voy al baño y relajo el suelo pélvico. Será como cuando haces pipí. Si hay mucha cantidad en la vejiga notas las ganas de hacer pipí, pero aunque no sientas las ganas porque a lo mejor hay muy poco, si vas al baño y relajas el esfínter sale pipí.
Muchas me han escrito emails y dejado comentarios en el blog, contándo que les encantaría hacerlo, pero que para ellas sería difícil porque no tienen consciencia de su útero. Creen que es una ventaja que yo sea profesora de danza del vientre y que por eso para mí ha sido más fácil. No creo que sea así. Primero, bailar danza del vientre no es para nada una garantía que tengas conexión con tu útero y pelvis. Yo he bailando durante 12 años, y sólo los últimos 3 años es cuando he empezado a tomar conciencia de mi útero. Claro, la danza del vientre, bailado desde la consciencia, es una herramienta muy útil para lograrlo, pero la danza en sí no lo es. Depende de cómo lo usas, cómo lo bailas. Y hay muchas otras vías de llegar a esa sensibilidad. ¡La danza del vientre es tan sólo una! Creo que sentarte un ratito al día en casa, visualizar tu útero, sentirlo, meditar.. explorar y estar abierta para escuchar tu cuerpo, ¡es lo más importante!
Una mujer me dejó un comentario en el blog contando que de jóven cuando le vino la menstruación ella notaba cuando iba a salir la sangre y iba al baño para soltarlo. Cuando su madre se enteró le reprimió y dijo que tenía que dejar que las compresas hicieran su función y entonces, poco a poco dejó de sentir las descargas. Desde pequeñas la sociedad nos enseña a no sentirlo, no sentir nuestro útero o pélvis. Porque es tabú, es prohibido, o por lo menos vergonzoso. Así que no creamos las neuroconexiones necesarias para sentirlo. Pero todas, absolutamente todas pueden vover a crear las neuroconexiones necesarias y volver a difrutar de una función totalmente natural del cuerpo femenino. Sólo hace falta paciencia al principio, porque somos como unos niños aprediendo a controlar sus efínteres. Paciencia, y ganas de vivir en su cuerpo de mujer con alegría.
Quería por último comentar el dolor menstrual y lo que he descubierto con el sangrado libre. Hay varios tipos de dolor, debido a muchas causas físicas o psíquicas (el estrés una de las razones más importantes) pero hay un dolor especial que es como un pinchazo que creo que todas habrán sentido. Yo lo sentía a menudo. Y lo que he descubierto es que cuando mi útero necesita descargar la sangre y no voy al baño, noto el pinchazo. Podeis pensar en aguna vez que habeis tenido muchas muchas ganas de hacer pipí o defecar, pero lo habeis aguantando, os sueña ese dolor punzante que sentíais entonces? Varias chicas me han contado la misma expriencia con el dolor menstrual, cuando vacían el útero de sangre desaparece.
Un abrazo, y con amor os invito a sentir vuestros cuerpos femeninos y disfrutarlos, todos los días al mes.
Yo noto esas pequeñas descargas de sangre de vez en cuando pero estoy manchada todo el tiempo. No puedo controlarlas. Me encantaría poder practicar el sangrado libre. He probado de todo y como a ti la copa menstrual me produce dolor, no soporto la sensación de vacío en la vagina. Las compresas me hacen sentirme insegura porque mancho bastante y al final siempre acabo poniéndome algún tampón los primeros días. Me los quito en cuando llego a casa y no suelen ser muchos pero preferiría no tener que llevarlos.
ResponderEliminarme encantaria saber como controlas esas descargas, yo las noto, pero no acabo de entender como consigues retenerlas para que no salgan hasta que llegas al wc, en mi caso es muy seguido.
ResponderEliminarQue bien que haya cada vez más iniciativas para contribuir a una menstruación consciente y respetuosa con el medio ambiente. Para aquellas de vosotras que no tengáis tiempo para fabricar vuestras propias compresas de tela, hay pequeñas empresas artesanas como Tres Amapolas, donde las podéis encontrar.
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