Uno por uno se van cayendo los velos de los prejuicios, creencias y emociones negativos, que hasta ahora tapaba la verdadera esencia y sabiduría de nuestro ciclo menstrual. Las mujeres somos seres cíclicas, cambiantes, y ahí reside nuestra fuerza y nuestro poder. Pero nos hemos criado en una sociedad patriarcal donde se valoran las energías masculinas: proyectables y lineales. Olvidamos nuestra naturaleza cíclica y su poder, despreciamos nuestra inconsistencia como si fuera una debilidad en vez de un regalo. Pero es posible, aquí y ahora, decidir vivir nuestra naturaleza innata, convivir con las fuerzas masculinas complementándonos con nuestro interior cíclico y renovador.
Mi deseo es que todas las mujeres, jóvene y mayores, lleguen a comprender las energías de su ciclo menstrual, como interactuar con ellas y vivir con ellas en armonía. Entonces conviertan en fuentes de energía creativa, sexual y espiritual.
Para ello, necesitamos recibir información de las distintas fases, comprenderlos y valorarlos. Pero también hay capas y capas de tabúes y prejuicios que antes de nada hay que diluir, hasta poder redescubrir las sabidurías conservadas de las tradiciones ancestrales.
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