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lunes, 6 de mayo de 2013

Reflexiones sobre la Mujer


Ser Mujer es mucho más que tener útero y pechos, poder dar a luz y tener la menstruación. Es muchos más que todo eso, pero ¿cómo podamos vivir plenamente nuestra existencia como Mujeres si desconocemos o no gozamos de nuestro cuerpo de Mujer? Los procesos naturales de la sexualidad y corporalidad femenina los vivimos según las pautas que han interpretado dese un sistema patriarcal, donde las supuestas valores masculinos son los únicos válidos. Digo supuestos porque dudo que lo que desde hace centenares de años se considera masculinidad realmente lo sea y hoy está naciendo una nueva era también para los hombres, viviendo su masculinidad desde el respeto y el amor. Pero nuestro sistema actual si está regido por los valores patriarcales, donde lo que es la esencia de la mujer se ha considerado debilidad y caos, algo peligroso que necesitamos controlar.
Basta con echar la vista atrás donde las mujeres fueron quemados en las hogueras, o mujeres sabias y poderosas que no pudieron ejercer porque fueros justo eso: mujeres.
El cuerpo de la Mujer se ha convertido en un vehículo para procrear, y ahí entre medio intentamos controlar sus procesos naturales con hormonas y cirugías para que sean más lineales, más “útiles”  a la vista de la sociedad y menos “Mujeres”. Porque la mujer es cíclica, es cambiante, y ahí reside su fuerza. La mujer tiene (o ha tenido útero), un segundo cerebro que le permite sentir y crear, la mujer menstrúa y llega a la menopausia, la mujer cambia y crece. 

¿Cómo es posible que todos, absolutamente todos los procesos naturales de la mujer, de su sexualidad (menstruación, embarazo, parto, lactancia, menopausia, los orgasmos…) producen dolor, problemas o malestar? ¿Que la mujer nunca está perfecta y necesita cambiar, tener pechos más grande, más pequeños, ser más delgado, más gorda, más curvas…? ¿Que cuando hablamos de su órgano el útero, que después del cerebro es el órgano que más energía gasta y movimiento produce en el cuerpo femenino, sólo nos viene a la cabeza problemas menstruales, problemas de fertilidad, ovarios poliquísticos, tumores, histerectomías etc? Porque no vivimos con conciencia nuestro cuerpo de mujer. No vivimos respetando su ritmo, valorando su energía cambiante y confiada en su utilidad y su valor. Por desconocimiento. Por intentar imponer a nuestros cuerpos otro ritmo que no es nuestro, y unos valores que no nos sirven. Por no gozar y amar nuestro cuerpo y nuestra esencia. Porque al fin y al cabo, el cuerpo es tan solo la expresión material de nuestro alma y nuestros emociones. Podemos seguir viviendo medicalizándonos para ser “normales”, o podemos cambiar las normas y decidir disfrutar de nuestro cuerpo y concienciarnos de su potencial y su belleza.

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