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domingo, 1 de febrero de 2015

Bendición del Útero 3 de febrero en Málaga y Marbella

¡El próximo martes 3 de febrero nos unimos a la bendición mundial del Útero! Puedes venir a celebrarlo con nosotras en Marbella a las 11:00 o en Churriana a las 18:00. Nos acompañará Maríajosé Suárez, Moon Mother formada con Miranda Gray y el encuentro será de aportación voluntaria. Será un bello momento para unir nuestros almas junto a más de 83000 mujeres de todo el mundo conectadas para recibir este regalo de energía.

domingo, 12 de enero de 2014

¿Dolor menstrual?

Empecé escribiendo esta entrada con una idea totalmente distinta de lo que acabaría siendo. Quería escribir una entrada sobre posturas y movimientos que alivian el dolor menstrual, pero se convirtió en otra cosa (ya dedicaré una entrada aparte a eso). Suele pasar. Tienes una idea en la cabeza pero mientras escribes las palabras e ideas empiezan a fluir desde otro lugar y dejas de razonar. El texto nace.

¿Dolor menstrual? Yo también.  De vez en cuando también convivo con lo que difusamente llamamos "dolor menstrual". Hace años, ese termino difuso de dolor que compartíamos casi todas mis amigas y yo, se convirtió para mí en un diagnóstico de ovarios poliquísticos y endometriosis después de pasar una noche en urgencias debido al fuerte dolor pelviano. Entonces entendí que tenía que cambiar algo, buscar la respuesta a mi dolencia en mi interior. Empecé a conectar con mi útero a través de la danza del vientre. Luego empecé a hacer relajaciones del útero casi a diario. Leí todo lo que encontraba sobre el ciclo menstrual y aprendí sobre mi sangre y mis arquetipos en varios cursos y talleres. Sí, el dolor desaparecía poco a poco. Se transformó. Se convirtió en palabras y emociones, en una nueva conexión con mi cuerpo femenino. Descubrí el impacto del estrés sobre nuestro útero y ovarios, lo importante que es escucharse y sentirse. Un efecto secundario fueron los orgasmos intensos, la posibilidad de poder controlar la sangre menstrual y no tener necesidad de usar compresas o tampones, y poder sentir mi útero palpitar cuando me emociono.  Algo, que creo que todas las mujeres estamos diseñadas para sentir y experimentar, si no fuera por la ignorancia y desconocimiento que cubre nuestra sociedad.

A veces vuelvo a tener un dolor difuso durante la menstruación. Aparece cuando estoy demasiado cargada de trabajo y autopresión... o simplemente no estoy en el aquí y ahora como debería estar. Pero en vez de tomarme una pastilla para aliviarlo, intento escuchar lo que mi cuerpo me quiere decir. Si escucho atentamente mi cuerpo no tiene necesidad de gritar en forma de dolor.

No soy médico. No sé las causas biológicas de los dolores menstruales, pero por mi propia experiencia y las experiencias de muchas mujeres en mis talleres y a mi alrededor he sacado algunas conclusiones.

1) El dolor menstrual debido al estrés, la autopresión y la competividad.
Antiguamente se solía decir que la endometriosis era la enfermedad de la mujer trabajadora. La sufría las mujeres que competían en un mundo patriarcal por demostrar su valía. Por querer hacerlo todo, abarcarlo todo. Tantas, tantas veces he comprobado como el estrés influye negativamente en el dolor menstrual. Muchas veces basta con parar el ritmo y escucharse. Si siento que el dolor que tengo es de ese tipo sé lo que tengo que hacer. Unos minutos de relajación y luego bajo la atención a mi pelvis. Actúo y siento desde ahí para evitar la competividad y presión que nace en la mente. Digo a las personas que tengo a mi alrededor que mi cuerpo necesita descanso y me deshago de todas las obligaciones posibles. Me dejo estar. Me acepto.

2) Dolor menstrual debido a un útero tenso.
El útero es un músculo liso. No la podemos controlar voluntariamente, pero igual que el corazón es afectado por nuestras emociones también lo es el útero. Si sentimos miedo nuestro corazón se acelera. No podemos voluntariamente bajar el ritmo, pero todos sabemos que si nos relajamos, el ritmo del corazón también enlentecerá. Cuando sentimos miedo nuestro útero se contrae y aunque no podemos relajarlo voluntariamente podemos hacerlo relajándonos y relajando los músculos alrededor. Igual que todas las emociones afectan a nuestro corazón, también afectan a nuestro útero. El útero en muchas culturas es llamado el segundo corazón, es de ahí donde nacen nuestros hijos y proyectos. Es un órgano vivo que es afectado por todo lo que pasa en el resto del cuerpo.  

3) Un útero lleno de sangre menstrual que necesita vaciarse.
Desde hace un año no uso tampones ni compresas si no lo que suelen llamar sangrado libre. Consiste en controlar el fluyo de la sangre, sentir cuando el útero está lleno y necesita vaciarse y en ese momento dirigirse al baño y soltar la sangre. Cuando el útero está lleno de sangre empieza a mandar mensajes al cerebro a través del cuello del útero que funciona como un esfínter. Si no vacías la sangre manda señales más fuertes, incluso dolorosas. Lo suelo comparar con cuando tienes muchas ganas de orinar o defecar pero te aguantas. Primero el cuerpo te manda señales suaves, pero luego es casi doloroso si te sigues aguantando. Con el sangrado menstrual pasa lo mismo.
Entonces, como yo creo firmemente en que todas las mujeres están diseñadas para poder controlar su sangrado menstrual, ¿qué pasa cuando sus úteros se llenan de sangre pero la mujer no recibe o entiende el mensaje que le manda su útero? ¿Cada vez sentirá ese dolor punzante hasta que se produce la descarga y se llena la compresa o el tampón de sangre? Si es así, quizás gran parte del dolor menstrual que sentimos es sólo eso, un mensaje natural y útil de nuestro cuerpo que no sabemos descifrar.

Ojalá se pudiera destinar dinero y esfuerzo para investigar las causas del dolor menstrual y cómo funciona el sangrado de verdad. No la parte puramente biológica que ya conocemos, si no la raíz del problema. Para mí, es imposible separar el cuerpo físico del cuerpo energético y emocional, y la científica y la psicología ya ha reconocido la importancia de las emociones y el estrés sobre tantas enfermedades y órganos del cuerpo. A qué estamos esperando para reconocerlo también cuando hablamos de la menstruación? El día a día de tantas mujeres que está controlado con hormonas y pastillas, que quizás mejoraría con simplemente concienciarse y conectar con sus cuerpos femeninos a otro nivel.



lunes, 6 de mayo de 2013

Reflexiones sobre la Mujer


Ser Mujer es mucho más que tener útero y pechos, poder dar a luz y tener la menstruación. Es muchos más que todo eso, pero ¿cómo podamos vivir plenamente nuestra existencia como Mujeres si desconocemos o no gozamos de nuestro cuerpo de Mujer? Los procesos naturales de la sexualidad y corporalidad femenina los vivimos según las pautas que han interpretado dese un sistema patriarcal, donde las supuestas valores masculinos son los únicos válidos. Digo supuestos porque dudo que lo que desde hace centenares de años se considera masculinidad realmente lo sea y hoy está naciendo una nueva era también para los hombres, viviendo su masculinidad desde el respeto y el amor. Pero nuestro sistema actual si está regido por los valores patriarcales, donde lo que es la esencia de la mujer se ha considerado debilidad y caos, algo peligroso que necesitamos controlar.

jueves, 18 de abril de 2013

Menstruación: sangrado libre


Os imaginais menstruar sin usar ningún tipo de producto (tampones, copas menstruales, compresas...) para retener la sangre? A la mayoría seguro que os viene a la mente la imágen de una mujer andando por la calle con el pantalón lleno de sangre, pero no, no se trata de eso. Me refiero a mujeres que sienten su cuerpo y su útero, sienten la necesidad de evacuar la sangre cuando el útero está lleno, y simplemente van al baño (o donde prefieran) para dejar salir la sangre. 

Si decido no usar nada para retener mi menstruación y escuchar a mi cuerpo para dejar la sangre salir, soy radical? Es volver a la prehistoria? No, nada de eso. Es querer ser libre. Querer sentir mi cuerpo, ser feliz en mi cuerpo.

miércoles, 17 de abril de 2013

Nuestro útero


Nuestro útero. Ese músculo desconocido y escondido, que parece que sólo se hace visible cuando tenemos un problema. Dolores menstruales, embarazos, menopausia.. quistes, cáncer, histerectomías...
Y por qué no creación de vida, centro de amor y creatividad, energía vibrante, placer sexual, centro del qi, de la energía kundalini, de nuestro equilibrio? La sabiduría que nos está llegando sobre nuestros úteros es ancestral. Fue lo primero que creo y motivó a los artistas. Un gran útero y una mujer pariendo. Hay figuras y pinturas de hace más de 20.000 años que hablan de nuestro útero, y aún así nosotros no la conocemos.

Tradiciones orientales hablan del fluyo vital de la energía que pasa por distintos puntos o chakras. En japón esta energía es llamada Ki, en China Qi o Chi, en India Prana. Hay en total 7 chakras y el segundo chakra o Hara se halla situado en el bajo vientre, unos centímetros por debajo del ombligo donde en el cuerpo de la mujer está el útero. Es el centro de gravedad del cuerpo, centro energético o sede de la vida. Se relaciona con el deseo, las emociones, la sexualidad, la reproducción y la fecundidad. Es el centro del bienestar, del estar centrado en uno mismo por excelencia, fundamental en la práctica de la meditación. Estar centrado supone hallarse bien conectado con el ritmo de la respiración.

Un útero tenso da lugar a una menstruación dolorosa y problemática, partos dolorosos y complicados, una vida sexual no sana ni placentera, una menopausia que requiere tratamiento hormonal... pero también significa un bloqueo en nuestra creatividad y nuestro fluir. Un trabajo interior hacía la consciencia y la conexión con nuestro propio útero, es el mejor seguro de vida para cualquier mujer. Y este seguro de vida viene con un plus: la posibilidad de vivir una sexualidad plena, partos sin dolor, menstruaciones gozosas, una mayor creatividad y energía. Pero, ¿cómo se hace?

domingo, 23 de enero de 2011

La danza del útero


Nuestro útero, ese lugar desconocido donde sea crea la vida y de donde nacen todos nuestros proyectos e hijos, físicos y espirituales. Las mujeres de nuestra cultura patriarcal no la sentimos, hemos aprendido a ignorarla, a no hacerle caso ni saber de su existencia.
Pero es un centro vital, un manantial de sabiduría y creatividad, y también el lugar para el verdadero placer femenino. El orgasmo gran orgasmo femenino no empieza en la vagina o en el clítoris como solemos pensar.  Empieza en el cuello del útero. Y cuando una mujer se excita, primero el útero empieza a temblar, luego a palpitar, siendo cada palpitación una ola de placer.
Pero en nuestra sociedad aprendemos desde niñas a inhibir esas pulsaciones sexuales, haciendo que las conexiones neuromusculares con el útero no se establezcan, dando lugar a que las mujeres adultas no sentimos ni percibimos nuestro útero.

Y ¿qué tiene el útero que ver con nuestra danza?
Muchas veces me he preguntado por qué llamamos a esta ancestral danza "danza del vientre". Creo que sería más acertado llamarla la danza de los brazos, hombros, tronco, caderas... o ¿por qué no la danza del útero?

En la antigüedad era la danza de la fertilidad, la danza para la mujer embarazada y una ayuda durante el trabajo de parto. Los movimientos ondulares se realizaban con las caderas, la cuna del útero, para fortalecerlo junto con la zona pélvica, y relajarlo entre contracción y contracción.

Nos podemos imaginar el útero como un péndulo colgado en un hilo que sería equivalente al torso, el centro energético y de la gravedad. Le dejamos caer de lado a lado, como un vaivén, le hacemos girar como en un círculo alrededor de su centro, siempre en la perfección. Dejamos bailar al útero, le acariciamos, le fortalecemos, le relajamos... nos concienciamos de nuestro cuerpo de mujer, las partes escondidas pero sagradas, sus funciones, su movilidad natural, nuestra naturaleza femenina.

Cuando bailamos, el útero vuelve a la vida, vuelve a ser acariciado por el movimiento, y podemos concienciarnos de su existencia con visualizaciones, pensamientos o simplemente bailando con el. Podemos volver a sentirlo, conectarnos con el, disfrutar de ese manantial de creatividad y el verdadero placer femenino.