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viernes, 17 de febrero de 2017

¿Bailar danza del vientre automáticamente protege el suelo pélvico?

No, por supuesto que no. De hecho, practicar la danza del vientre regularmente no es para nada ninguna garantía de que tu pelvis esté sano y fuerte. Ni te protege contra incontinencias, dolores menstruales, te relaja el útero ni... De hecho, bailado de manera sin tomar consciencia del suelo pélvico, de integrarlo en los movimientos, incluso podría ser perjudicial para un suelo pélvico ya flojo. O incluso crear más tensión en la zona pélvica y no ayudar nada o empeorar una menstruación dolorosa. Aún así promulgo de los beneficios de las danza oriental para el cuerpo femenino en su totalidad y especialmente la zona pélvica. Ahora te explicaré por qué.
Normalmente las mujeres vienen a clase con nula o poca conexión con su pelvis. Muchas, no saben cómo contraer o relajar el suelo pélvico, ni le llegan ningunas sensaciones del cuello del útero ni del útero o ovarios (salvo los de dolor, pero si aprendiéramos a escuchar a nuestro cuerpo cuando nos susurra no tendría motivos para gritar). Esto es totalmente normal en una sociedad donde todo lo que hay por debajo del ombligo es tabú, tenemos malas posturas sentándonos en sillas/sofás/coches y con piernas cruzadas, alejando nuestra pelvis (y cuerpo entero) de su postura natural,una sociedad donde en general existe una desconexión fuerte con nuestro cuerpo y sobretodo con todo que tenga que ver con la sexualidad, nuestros ciclos menstruales y partos. Todas hemos estado ahí. Yo también. Nacimos con la predisposición de tener nuestra pelvis fuerte y sano con su musculatura integrado en nuestro día a día, como tenemos el cuello para mantener la cabeza erguida sobre los hombros. No necesitamos hacer ningún esfuerzo consciente para mantener la cabeza, pero sigue ahí porque los músculos del cuello y de la espalda hacen su función. Lo mismo debería pasar con el suelo pélvico. El suelo pélvico debería estar fuerte y activo para ser justo lo que su nombre indica: el suelo de la pelvis  que mantiene el peso de la vejiga, el útero y el recto. Cuando está debilitado, no aguanta su peso y estos descienden alterando el funcionamiento.
Y es totalmente posible físicamente realizar los movimientos de la danza del vientre SIN IMPLICAR el suelo pélvico. Contrayendo glúteos, abdomen y piernas. Igual que podemos andar, saltar, correr sin implicar el suelo pélvico (pero lastimándolo aún más aplicando fuerza y movimiento sobre un músculo atrofiado). Muchísimos pasos puedes realizar sólo a nivel de rotación de huesos y movimiento de huesos. Otras implicando grupos de músculos grandes pasando por alto el suelo pélvico. Tu puedes llevar practicando la danza del vientre durante 10 años, y aún así no haber localizado, implicado o fortalecido el suelo pelvico (y porque esta entrada habla del suelo pélvico, pero es para otro post todo lo que la danza puede hacer por nuestro útero y ovarios si bailamos con consciencia). Por eso nace la Danza Oriental Integral y Consciente (Recomiendo visitar el enlace para leer sobre Danza Oriental Consciente en la página de Marisol Díez, creadora del concepto ).
Por eso, el fin de nuestras clases no es crear una bailarina que realiza una coreografía impecable cargado de técnica (aunque por supuesto no lo excluye, el arte real sobre el escenario es hermosísimo) si no una mujer que haya integrado todas las partes de su cuerpo, con especial énfasis en la pelvis, el útero y  ovarios, suelo pélvico etc, que haya tomado consciencia de su cuerpo y de sus movimientos. Porque así, podemos devolver la vida y fuerza a nuestra pelvis.
Algo que sale a  menudo en las clases es la dificultad de encontrar esos músculos y tomar consciencia. Vamos a volver al ejemplo de la cabeza que se mantiene sobre los hombros. Ahora mismo no necesitamos hacer ningún esfuerzo para mantenerlo, de hecho, ni siquiera somos conscientes de que tenemos los músculos activados o trabajando. Pero en un momento de nuestras vidas sí. Cuando teníamos días o pocas semanas de vida extrauterina, mantener el cuello y levantar la cabeza era un gran trabajo. Algunos tardan semanas en fortalecer el cuello, practicando varias horas al día. Porque un bebé hace eso. Antes de dominar una parte de su cuerpo lo practica y practica en casi todas sus horas despiertas. Y nosotras tenemos que hacer casi el mismo aprendizaje con nuestro suelo pélvico. Tenemos que localizar los músculos y pode contraerlos. Y cada vez más rato. Y luego ver, que no basta con un contraer y soltar, si no que puedo contraer partes, relajar otras, mover los músculos del suelo pélvico de manera armónica... Y nosotras pretendemos hacer esto en una clase semanal donde dedicamos quizás menos de la mitad del tiempo para activamente localizar y fortalecer e integrar en el movimiento y el resto en otras cosas igualmente esenciales. Por eso es un proceso que a veces parece largo. Requiere práctica y no deberíamos limitarlo a las clases de danza. Poco a poco podemos integrar el suelo pélvico y el correcto funcionamiento de la pelvis en nuestro día a día. Desde levantarnos de la cama, agacharnos o simplemente respirar (la respirar empieza en el suelo pélvico, eso también da para otro post ;) )
Abrazos, Sofía

martes, 1 de noviembre de 2016

Encuentro de Danza Oriental Consciente de Noviembre



Queridas Mujeres Danzantes

El próximo 26 de noviembre a las 18:00 tendrá lugar nuestro próximo Encuentro de Danza Oriental Consciente en Churriana, Málaga.
¿Deseas formar parte de un Círculo de Mujeres en movimiento, deseas dejar tu corazón libre y danzar alrededor de la hoguera? ¿De compartir risas y danza entre velas y faldas?
Nos juntamos mujeres, bailarinas y amantes de la danza oriental, tanto si ya llevas años en este camino como si estás empezando a descubrir esta danza.
Si sientes el tambor llamarte, vente a bailar con nosotras en círculo sintiendo el propósito último de la danza: el compartir, la alegría vital y los lazos que creamos entre mujeres, entre alma y alma mientras celebramos nuestra ciclicidad y condición de Mujer. A veces el espacio se convierte en un escenario para crear y crecer, otras veces un círculo de meditación en movimiento para conectar con nuestra esencia y camino en la vida.

Para las que quieran, haremos una cena compartida a las 21:00, donde cada una lleva un plato.

Os esperamos con los brazos y el corazón abierto

Aportación: 5€

Información e inscripción: danzademujer@gmail.com

tlf. 607 622 058 (Sofía)

viernes, 28 de octubre de 2016

Que la danza nos una


Que la danza nos una. Que la danza nos acerque a las demás mujeres danzantes, tejiendo una red de hermandad y confianza que nos acoja a todas. La danza, la maternidad, los círculos... Hemos crecido en un mundo donde nos enseñaron que las mujeres entre ellas se llevan mal, hay rivalidad y cuando hay tres amigas sobra una. Nos han contado que es más fácil relacionarse con chicos, no se pelean como "gatos" ni se meten en dramas inventadas. Nos han contado muchas cosas sobre las mujeres y la feminidad, pero ya te habrás dado cuenta de que no es verdad. Pues, sigamos entonces creando el mundo que queremos, por y para nosotras y nuestras hijas.
Las mujeres nos necesitamos (las mujeres necesitan a los hombre, los hombres a los hombres, los hombres a las mujeres... etc pero aquí hablamos de mujer a mujer). Nos necesitamos sanas y apoyándonos mutuamente. Necesitamos compartir nuestros tesoros escondidos, nuestra sabiduría ancestral, menstruar juntas, criar juntas... Porque la evolución nos diseñó a sí. Una manada que necesita a la otra para sobrevivir. Una manada, donde las mujeres se mantienen juntas, sosteniéndose mutuamente en sus tareas, danzando, criando, amando...

Tenía más de 20 años cuando descubrí que lo que me habían contado de las mujeres no era verdad. Tenía más de 20 años cuando descubrí que lo que yo pensaba que era verdad para las demás, y entonces para mí también, no era así. No tenía por qué ser nadie que luchaba contra la otra, intentando ser mejor, más bella, mejor bailarina, mejor novia, mejor estudiante, mejor trabajadora. O ganabas o perdías. O te escogían, o escogían a la otra más bella o simpática. Pero no. Podía ser simplemente un hilo más en esta red universal, donde todas somos parte de un todo, donde cada una de nosotras somos importantes para que la red aguante. No soy mejor que tu, ni tu que yo ni la vecina. Somos diferentes. Únicas. Igual de importantes. Y si nos encontramos en el camino de la vida, es porque podemos aprender algo de la otra, compartir algo, crear algo juntas.
Cuéntaselo a tu hija. No vayamos a seguir transmitiendo el cuento de la princesa bella y aislada en una torre, que espera al príncipe para hacerse completa. La que tiene que sobresalir por encima de las demás para poder brillar, para que el principie la reconozca. Ese cuento ya no nos sirve. Cuéntale a tu hija el cuento de las mujeres que bailan juntas en el claro de la luna. Acompañadas y seguras. Compartiendo penas y alegrías. Celebrando la vida y la felicidad ajena. Unidas.
Y sobretodo: únete a las demás mujeres. Baila con ellas. Busca un círculo de mujeres, unas puertas abiertas, una comunidad. Porque seguro que tienes mucho que enseñarles, y ellas a ti. Pero sobretodo por compartir y celebrar la vida. Sonríe a la dependienta con ojos de cansada, aunque ella apenas te mira. Sonríe a la madre con el bebé en brazo que no para de llorar. No la juzgues por sus decisiones o estilo de vida. Busca en ella lo que os hace iguales, lo que compartís. Lo que se esconde debajo de nuestros disfraces y posturas, La Mujer.
Recuerda, que quizás lo único que necesitas un día desastroso es una sonrisa de una mujer desconocida, una sonrisa de complicidad y hermandad. Una sonrisa de alguien que sabe ver más allá de tu acto y tu piel, sin juicios.

miércoles, 8 de junio de 2016

Las tres caras de la danza

Imagen de autor desconocido

Sabemos que danzar es más que juntar pasos y acumular técnica avanzada. Sabemos que hay más ingredientes en un baile que transmite y cautiva, que sólo conseguir encajar los movimientos corporales con la música. Pero ¿qué es?¿Cómo convertir una experiencia plana en algo lleno y cautivador?
Para mí, tener presente las tres caras de la danza me permite disfrutar la danza de una manera más profunda. Y cuándo analizo los espectáculos de danza que me dejan sin respirar, con las emociones a flor de piel transportándome a otra realidad, percibo que la bailarina siente y vive estas tres caras o cualidades de la danza. Consiguen fusionar estas tres cualidades de la danza y crear una poción mágica en movimiento que conecta con tu alma.   

La primera de las caras, y seguramente la más moderna, es la del espectáculo. La mayoría de nuestros bailes de hoy en día solamente contemplan esta cara de la danza. Y hay espectáculos mejores y peores... hay los que son un "acumulatécnica" (desgraciadamente bastante común en la danza del vientre). Y luego los otros, que son un espectáculo porque sorprenden, cuentan un cuento en movimiento, te llevan de la mano a través de una historia. Esta es la danza que llamo "danzar hacía afuera". Y para poder hacerlo, primero tengo que conocerme y saber dónde estoy. Tengo que partir de mi misma, y dar ese algo, contar esa historia, transmitir esa sensación, hacía afuera. Si nunca llegué a ir hacía dentro para poder sacar ese algo hacía fuera, difícilmente podré dar algo más que no sea un acumulo de pasos y técnicas.  ¿Y qué es lo que quiero contar? ¿Dónde lo encuentro? ¿Dónde lo he vivido y sentido?

La segunda cara es la diversión y el compartir con el prójimo. En todos los tiempos se ha bailado (y menos mal, aún se sigue bailando por diversión, no todo se quedó relegado al espectáculo) por la pura diversión. Nacen de las danzas antiguas alrededor de la hoguera, cuando aún no existía la palabra para contar cuentos. Porque mucho antes de nacer el intelecto como lo conocemos hoy en día, existía la necesidad de crear música, de compartir y dejar que esos emociones y sentimientos fluyeran por el cuerpo, a través del prójimo y de vuelta hacía uno mismo. No existía la técnica, ni el movimiento mal o bien realizado. Existía esa necesidad soltar las emociones con las pisadas y saltos, compartir un nacimiento, un festejo, un miedo o una despedida. El movimiento se convertía en el puente entre humanos, que la palabra no podía transmitir. Era una manera de sentir al unisono, de compartir frecuencia con los demás miembros. Las danzas de pareja, o cuando se baila en fiestas y reuniones por el mero hecho de divertirse 

La tercera cara es la de las danzas místicas. Aunque mucho más ocultos en nuestra sociedad, la experiencia mística del baile aún está presente. Las danzas sufíes, las danzas que te llevan al trance, las danzas destinadas a la devoción del dios o la diosa son sólo ejemplos. Y es también aquí donde podemos hablar de danzas terapéuticas, esa definición de algo antiguo que está creciendo ahora como movimiento. Es cuando la danza se convierte en una herramienta para crecer, conocerse, buscarse. Explorar emociones y liberar bloqueos. Pero la danza mística nace mucho más allá, con el nacimiento de los primeros humanos. Porque con ellos, nació también la necesidad de sentir y expresar la magia de la vida, buscar las respuestas de las grandes preguntas incontestables. O quizás en un principio no existían preguntas, si no simplemente la certeza de estar en conexión con la vida, la naturaleza y la divinidad. La danza era la herramienta para sentir esa conexión, alimentar el alma, rezar, sentir, crecer. Y para sentir necesitamos ir hacía dentro. Necesitamos dejar la necesidad de control del mundo exterior, soltar y dejarnos llevar hacía nuestro interior. Es la herramienta clave para sentirnos, para conocernos y danzar solamente para nosotras mismas. "Baila como si nadie te estuvieras viendo". Porque entonces, descubres algo maravilloso y escondido en esos simples pasos que quizás hayas realizado mil veces antes sin experimentar nada especial. 

Para mí, esta son las tres pilares de la danza. Ninguna es mejor o peor, pero si falta uno el monumento tambalea. Las tres hace completa la danza, tanto como experiencia interna como experiencia externa o espectáculo. La convierte en arte. 

domingo, 1 de febrero de 2015

Fotos de nuestro primer Encuentro de Danza Oriental Consciente en La Luciérnaga con Luz Propia

Ayer celebramos nuestro primer Encuentro de Danza Oriental Consciente. Coincidía con la noche de Imbolc, el despertar de la Naturaleza y tiempo para sembrar y dejar germinar nuevos proyectos e ilusiones. Mi agradecimiento más grande a todas las que estáis ayudando y cuidando de ésta semilla que plantamos hace un par de meses, nuestra Luciérnaga con Luz Propia, que ahora está brotando con hojas verdes y prometedoras. Un sueño que se está haciendo realidad, de llevar nuestro granito de arena para poder llenar un poquito ese vacío que hay en esta sociedad de redes, despertar femenino y maternidad consciente.
Anoche acudieron al Encuentro de Danza Oriental Consciente algunas viejas conocidas que llevábamos tiempo sin ver, otras nuevas... algunas que llevan años andando al lado de la danza, y otras que se acercaron por primera vez para conocer qué es la danza oriental consciente. Volví a mi casa con el corazón y el alma lleno de calidez y risas, raíces más fuertes y nuevos brotes de sueños para esta primavera. Pero sobretodo la sensación de que estamos conectadas, estamos unidas. Somos trocitos de un mismo alma danzante. Gracias
¡Os dejamos con algunas instantáneas del Encuentro!

Preparando la sala y esperando que se llenase de música y danza.
Y se llenó:






 Un abrazo,
Sofia Nikander

jueves, 15 de enero de 2015

Danza oriental para Embarazadas y Mamás con Bebés

Estamos creando un grupo de danza oriental para embarazadas y mamás que portean a sus bebés en la zona de Fuengirola. Si te gustaría participar puedes ponerte en contacto con nosotras para saber horarios y precios.


Es un proyecto que me hace especial ilusión por la gran necesidad de cuidarnos y disfrutar de nuestros embarazos, y luego al nacer nuestros bebés poder seguir disfrutando, fusionados con ellos como estamos, de la danza y el compartir con otras mamás y mujeres.
La danza oriental en el embarazo es muy recomendado por sus movimientos suaves pero potentes que ayudan a fortalecer la zona pélvica, estirar y relajar músculos y tendones, descargar zonas que durante este periodo están realizando mayor esfuerzo que nunca. Nos ayuda a mantener nuestra columna flexible y sana mientras acunamos a nuestros bebés intrauterinos con movimientos ondulares. Visualizamos y creamos junto a nuestros bebés ese parto respetado y feliz que nos pertenece.

Después del parto, sin necesidad de separarnos de nuestros bebés, podemos seguir disfrutando de la danza y el movimiento. Así nuestro cuerpo vuelve poco a poco a encontrarse, fortalecemos nuestro suelo pélvico de nuevo y disfrutamos de un momento de conexión entre cuerpo y alma.




Si estás interesada en formar parte de estas clases puedes escribirnos a danzademujer@gmail.com o llamar 607 622 058 (Sofía)

viernes, 11 de octubre de 2013

Los chakras y la danza del vientre


Este dibujo la he tomado prestado del blog sharonmanship.wordspress.com
Cada uno llega a la danza por algún motivo personal, ya sea como una manera divertida de moverse, por salud, porque el cuerpo entero pide a gritos danzar y moverse rítmicamente... Para otros es una expriencia casi mística (casi no, mística) para conectar consigo mismo y su cuerpo, sentirse y descubrirse. Otras han escuchado lo bueno que es para el suelo pélvico, para los problemas menstruales, o atraídas por una  danza exótica. Sea cual sea el motivo, con la guia de la profesora (o profesor por supuesto) puede ser muy terapeutico, trabajando cuerpo-alma-energía, la creatividad y nuestro ser en el mundo, dependiendo del nivel que se trabaja. Si vamos más allá de la técnica y los músculos que realizan el movimiento perfecto, podemos conectar con el cuerpo energético conscientemente y liberas posibles bloqueos y canalizar nuestra energía.
Hoy quiero hablas de los chakras y la danza. Los chakras son

martes, 30 de abril de 2013

11 MAYO- BAILANDO CON LA LUNA: LA MENSTRUACIÓN

Un taller teórico-vivencial para conectar con nuestro ciclo menstrual

11 Mayo 18:00-21:00 
Precio: 28€
Lugar: Los Boliches (Fuengirola), c/Santísima Trinidad nr 21

En la primera parte del taller vemos cómo la energía va transformándose durante el ciclo, los arquetipos de cada etapa, cómo realizar un diagrama menstrual y vivir la menstruación conscientemente. Hablamos de alternativas a los convencionales tampónes y compresas, como copas menstruales y sangrado libre. Entregaré unas meditaciónes para el ciclo menstrual y para conectar con el útero.

Terminamos el taller danzando, descubriendo los movimientos de la danza del vientre que libera las caderas y la energía menstrual. Movimientos que nos ayuda a fluir con el ciclo menstrual y aliviar molestias y dolores menstruales. 

domingo, 3 de marzo de 2013

Consciencia de mi cuerpo de Mujer a través de la Danza




Un momento para tí. Un ratito para conectar con tu esencia de mujer y tu cuerpo femenino. Un ratito semanal para crecer, expander hacía dentro y hacía fuera, sentir la energía femenina nacer en tu centro, tú útero. 


sábado, 20 de octubre de 2012

Un nuevo proyecto de danza

La creación de un danza-teatro que habla de lo que es ser mujer, sus arquetipos, sus ciclos y sus fuerzas


Hace años que soñaba con este proyecto, y ya ha llegado el momento de unir tres de mis pasiones en una sola creación: la escritura, la danza y el teatro.
Si quieres formar parte de esta aventura que comienza este otoño puedes apuntarte a las clases de Danza del Vientre los miércoles de 18:45-20:15 en Fuengirola. 

A lo largo de este curso que viene, las clases de danza del vientre en Fuengiorla se convertirán en el taller para la creación de un danza-teatro. Las alumnas serán mis compañeras de viaje en esta nueva aventura, y será a través de sus cuerpos que contaré esta historia. Es una obra que habla de las mujeres, sus sueños e ilusiones, diosas y arquetipos.

Durante las clases de este año 2012-2013, trabajaremos con los arquetipos de las diosas de la mujer, basándome en la mitología mesopotámica y griega, para conocer los personajes, vivir las diosas y sus fuerzas a través de la danza. Porque el fin de este viaje no es la representación de la obra, eso sólo será la culminación y una parte del mismo. El verdadero viaje será el camino mismo durante la creación. Nos llevará hacía el autodescubrimiento y conocimiento de las fuerzas que viven dentro de nosotras, dentro de cada mujer. Los arquetipos guardan una estrecha relación con la psicología femenina, y descubriéndoles nos descubrimos a nosotras mismas y se convierten en herramientas para el día a día. Aparte de los arquetipos, estudiaremos cómo expresar a través de la danza y trabajaremos fusiones de danzas tribales y orientales.
Con esta obra, a parte del viaje que prenderán mis alumnas de baile durante el trabajo de la creación, quiero escenificar los arquetipos de la mujer y las bases de la psicología femenina, para un mayor entendimiento y conocimiento. Mi deseo es que penetre hasta la profundidad de los espectadores y llegue a vibrar en sus almas el cuento sobre los arquetipos ancestrales.

Para la estructuración de las diosas y sus arquetipos me he basado en el libro "Las diosas de cada mujer" de Jean Shinoda Bolen, Y "Luna Roja" de Miranda Gray. Las diosas de esta obra nacieron en distintas mitologías como la mesopotámica, griaga y celta. Llevaremos a la escéna una historia llena de danza, movimiento, emociones e imporvisación. Una obra viva y autética.

Para más información e inscripción:

Sofia Nikander
danzademujer@gmail.com
danzademujer.blogspot.com
tlf. 607 622 058

viernes, 3 de febrero de 2012

¿Qué es bailar "bien"? Un homenaje a mis alumnas

¿Qué significa bailar bien? ¿Es tener una técnica impresionante, saber seguir la música y el compás, tener gracia, elasticidad...?
Y pienso en mis alumnas. Algunas de ellas llevan muy poco tiempo, tan sólo unas clases, y otras varios años. Pero cuando apago las luces y les pido que bailen, sin técninca y sin pensar, consiguen emocionarme. Una mujer que se mueve de un lado a otro al ritmo de la múscia, con la boca medio abierta, relajada, una mirada brillante que habla de un lugar muy lejano. Deja de ser una persona con nombre, trabajo, estudios y méritos, y parece fundirse con el alma del universo bailante. No hay límites entre el espacio y su curpo, no existen pasos corrects ni belleza estereotipada. Tan sólo una mujer que se convierte, por unos instantes, en lo que realmente es y que en su día a día lleva escondido debajo de varias capas de maquillaje y aprendizaje social. Se le acerca otra mujer bailando, no hace falta que se hablen. Con la mirada y el sentir de sus cuerpo basta. Inician un baile juntas, y comparten sus mundos secretos sin ni una palabra. Se ríen, una risa que nace en lo más profundo de su ser y llega como bubrujas hasta la superficie. Veo como crecen, de repente existe algo que no existía hace un momento. No es sumatorio. No es una mujer bailando más otra mujer bailando. Han creado algo más, algo grande que no me deja apartar la mirada. Están conectadas. Son como dos partes de un mismo cuerpo pulsante.
Y de repente, mis pensamientos sobre qué es bailar bien, y los imágenes mentales de bailarinas con una técninca impresionante y una coreografía perfecta se quedan cortas, planas, sin vida. La técnica se convierte en necesaria tan sólo para aprender a hablar un idioma específico de baile, pero para nada lo único ni lo esencial para poder bailar "bien".
Si yo me voy a un país lejano, si hablo el idioma de los nativos, tendré un camino corto hacía el entendimiento y para poder explicar lo que siento. Pero si lo uso para hablar de cosas triviales, que me he cortado el pelo o que aquí hace 5 grados más que ahí, tampoco me enriquezerá mucho. Si por el contraría, aterrizo sin saber ni una palabra del idioma nativo, pero con un interés en concerles y enseñarles cómo y quién soy, os aseguro que será una experiencia mucho más enriquezedora para ambos partes. A ellos no les dejaré indiferentes, y yo me llevaré sus sentimientos y risas en el corazón.

Habrá muchas opiniones sobre qué es bailar bien, pero creo que estamos de acuerdo con que hace falta mucho más que técnica. Hace falta sentir, expresar, soñar, dejar un trocito de nuestro alma en el baile. Y todo eso lo veo en mis alumnas, cuando ya han dado el paso y se dejan llevar en la improvisación. Es como si hicieran un acuerdo consigo misma, un compromiso: 'vale, dejaré mi máscara a un lado y voy a bailar, voy a confiar`. Y bailan. Y yo les veo y me emociono. Más de una vez con lágrimas en los ojos les hablo como si hubiera tenido una experiencia mística. Y realmente es así, porque veo a mujeres que por unos minutos brillan con la profunda y sencilla belleza que todos llevamos dentro pero que pocas veces dejamos ver.
Para mí, esto es bailar. Bailar no es repetir secuencias de movimientos perfectamente realizados, si no todo lo contrario. Y "bien" y "mal" son sólo juicios del que mira, para mí solo existe "bailar conectada consigo misma" o "bailar repitiendo movimientos no conectada consigo misma".
Antiguamente se bailaba alrededor de las hogueras con los tambores y el canto como acompañante. Se bailaba para celebrar un nacimiento, la unión de dos personas, la alegría de estar vivos.. para dar las gracias, o pedir algo a los dioses y la tierra. ¡Que diferencia de lo que significa el baile para la mayoría en nuestros tiempos! Pero mis alumnas consiguen regalar un trocito de baile profundo y sincero a este mundo. ¡Gracias!

Para terminar quiero compartir la definicón de Wikipedia de lo que es la danza:

"La danza o el baile, es es una forma de arte en donde se utiliza el movimiento del cuerpo, usualmente con música, como una forma de expresión, de interacción social, con fines de entretenimiento, artísticos o religiosos. La danza, también es una forma de comunicación, ya que se usa el lenguaje no verbal entre los seres humanos, donde el bailarín o bailarina expresa sentimientos y emociones a través de sus movimientos y gestos. Se suele bailar con música, ya sea una canción, pieza musical o sonidos y que no tiene una duración específica, ya que puede durar segundos, minutos, u horas."

miércoles, 17 de agosto de 2011

Ciclo Danza de Mujer en Fuengirola y Málaga

Ciclo Danza del Vientre en Fuengirola y Málaga “Danza de Mujer”

Comienza un nuevo camino desde la danza hacía el conocimiento de nuestro cuerpo y desarrollo personal. No importa el nivel de danza que tenemos, sólo las ganas de aprender. Este ciclo se divide en 5 módulos independientes que se impartirán en Yoga Sala en Málaga y en la Academia Baila Conmigo en Fuengirola. El 17 de septiembre realizamos un taller de presentación del ciclo danza, de 10:00-13:00. el precio de este primer taller es de 28€. ¡Reserva ya tu plaza!


1 octubre en Baila Conmigo/ 15 octubre Yoga Sala-
Bailando con la Luna:
El ciclo menstrual y la mujer. Cómo la energía va transformándose durante el ciclo y cómo la danza nos ayuda a fluir con el ciclo y aliviar molestias.

19 noviembre en Baila Conmigo/ 10 diciembre en Yoga Sala-
Bailando con los 4 elementos:
Los cuatro elementos en la danza. Descubrimos la energía y los ritmos de los cuatro elementos: agua, fuego, tierra y aire, y bailamos con ellos.

28 enero en Baila Conmigo/ 18 febrero en Yoga Sala-
La danza y la Creatividad:
La danza como herramienta de expresión. Cómo sacar hacía fuera nuestra verdad personal, transmitirlo y contarlo a través de los movimientos.

24 marzo en Baila Conmigo/ 14 abril en Yoga Sala-
Bailando con la Mujer Salvaje:
A través de la danza podemos conocer nuestro yo interior, conectar con nuestros sueños, deseos y mujer interior. Buscamos la fuerza y lo salvaje dentro de nosotros.

19 Mayo en Baila Conmigo/ 23 junio en Yoga Sala -
Ciclos de la Vida y la danza:
La vida de la mujer desde la adolescencia hasta la menopausia. Cómo la danza oriental nos puede ayudar y hacer conectar con nuestro cuerpo a través de los cambios en las diferentes etapas. Profundizamos en el ciclo vida-muerte-vida

Horario:
en Baila Conmigo 17:00-21:00
en Yoga Sala 10:00-14:00
Precio: 38€/módulo

Sofía Nikander
Tlf. 607 622 058
sofia.nikander@gmail.com
danzademujer.blogspot.com

Lugar:
Academia Baila Conmigo
C/M Ángeles Aspiazu nr 10
29640 Fuengirola (Málaga)

YogaSala
Moreno Monroy nr 5
29015 Málaga

sábado, 30 de abril de 2011

Taller de Danza del Vientre para embarazadas

Fecha: 28 de mayo 2011
Horario: 17:00-20:30
Lugar: Academia baila Conmigo, C/ Maestra Ángeles Azpiazu, 10, Fuengirola
Precio: 45€
Impartido por Sofía Nikander, madre, doula y bailarina
 
Para más información:
tlf. 607 622 058
sofia.nikander@gmail.com

Conoce los beneficios que te puede aportar la danza del vientre durante el embarazo y el parto. Realizamos un ejercico suave con los movimientos de la danza, conectamos con nuestros bebés y aprendemos técnicas y movimientos que facilitan un parto natural y vertical. Haremos ejercicios de respiración, relajación y descubrimos la fuerza y la creatividad que hay en nuestro interior.

Cositas prácticas para el tallerEl taller se realiza en grupos reducidos y con atención personalizada. Es importante para mí conocer el estado físico, problemas y molestias de cada participante.
Habrá un descanso con infusiones, zumo y frutos secos.
Traer ropa cómoda y mucha curiosidad.

Por qué danza del vientre en el embrazo?

La danza del vientre es un baile creado hace miles de años por y para las mujeres. Los movimiento de esta danza ancestral se bailaban en los ritos de la fertilidad y durante el embarazo para preparar el cuerpo y la mente, y luego durante el parto para facilitar el nacimiento del bebé. Las mujeres se reunían alrededor de la parturienta, bailaban la danza del vientre para que imitara los movimientos y así ayudar a su bebé a nacer.

Hoy podemos combinar la sabiduría de esta danza con más herramientas para poder disfrutar de un embarazo consciente, conectada con el bebé, y vivir un parto activo. Mejora la salud general y las molestias típicas del embarazo. Durante el parto ayuda a afrontar y aliviar el dolor mientras participamos activamente en el nacimiento de nuestro bebé.

Lo que es la Danza para mí

Danzar es soñar en movimiento. Es dejar que la voz del alma suba hasta la superficie para fundirse en un fluido movimiento. Es agitar, sacudir, mecer, acariciar al cuerpo y sus células, liberar la alegría y la risa cristalizada en nuestro interior.
Es perder el miedo, girar, confiar mientras que la energía de la madre tierra nos mantiene en este mundo. Es crecer, estar fuera de sí, pero al mismo tiempo, más dentro que nunca.
Es contar la verdad personal a través del cuerpo, dejar que cada músculo revele su historia.

Es simplemente una manera más de decir las cosas que no nos atrevemos, o no reconocemos, o no sabemos decir, pero sin palabras.
Es contar la historia más bella, la fantasía más inalcanzable, el cuento más triste y la verdad más absoluta, en un idioma descalzo y desnudo donde no existen letras ni límites, espacio ni tiempo. Hoy, bailemos juntos la danza mágica al ritmo de la vida.

domingo, 23 de enero de 2011

La danza del útero


Nuestro útero, ese lugar desconocido donde sea crea la vida y de donde nacen todos nuestros proyectos e hijos, físicos y espirituales. Las mujeres de nuestra cultura patriarcal no la sentimos, hemos aprendido a ignorarla, a no hacerle caso ni saber de su existencia.
Pero es un centro vital, un manantial de sabiduría y creatividad, y también el lugar para el verdadero placer femenino. El orgasmo gran orgasmo femenino no empieza en la vagina o en el clítoris como solemos pensar.  Empieza en el cuello del útero. Y cuando una mujer se excita, primero el útero empieza a temblar, luego a palpitar, siendo cada palpitación una ola de placer.
Pero en nuestra sociedad aprendemos desde niñas a inhibir esas pulsaciones sexuales, haciendo que las conexiones neuromusculares con el útero no se establezcan, dando lugar a que las mujeres adultas no sentimos ni percibimos nuestro útero.

Y ¿qué tiene el útero que ver con nuestra danza?
Muchas veces me he preguntado por qué llamamos a esta ancestral danza "danza del vientre". Creo que sería más acertado llamarla la danza de los brazos, hombros, tronco, caderas... o ¿por qué no la danza del útero?

En la antigüedad era la danza de la fertilidad, la danza para la mujer embarazada y una ayuda durante el trabajo de parto. Los movimientos ondulares se realizaban con las caderas, la cuna del útero, para fortalecerlo junto con la zona pélvica, y relajarlo entre contracción y contracción.

Nos podemos imaginar el útero como un péndulo colgado en un hilo que sería equivalente al torso, el centro energético y de la gravedad. Le dejamos caer de lado a lado, como un vaivén, le hacemos girar como en un círculo alrededor de su centro, siempre en la perfección. Dejamos bailar al útero, le acariciamos, le fortalecemos, le relajamos... nos concienciamos de nuestro cuerpo de mujer, las partes escondidas pero sagradas, sus funciones, su movilidad natural, nuestra naturaleza femenina.

Cuando bailamos, el útero vuelve a la vida, vuelve a ser acariciado por el movimiento, y podemos concienciarnos de su existencia con visualizaciones, pensamientos o simplemente bailando con el. Podemos volver a sentirlo, conectarnos con el, disfrutar de ese manantial de creatividad y el verdadero placer femenino.

jueves, 3 de junio de 2010

Danzando hacía la verdad absoluta...

La danza, la música, el arte… vaya donde vaya el ser humano, recorriendo miles y miles de años y los lugares más escondidos de la tierra, siempre lleva consigo una necesidad de crear. Crear algo nuevo, a partir de los estímulos que le llegan desde el exterior, ya sea las gotitas de agua de lluvia que caen sobre su mejilla, ya sea el latido de la Madre tierra o la llamada de un pájaro que vuela sobre su cabeza. El arte y la creatividad nace dónde nace un ser humano, nació muchos antes de nosotros poder poner palabras a nuestros pensamientos. Y ¿por qué?

¿Por qué tenemos la necesidad de pintar y transmitir nuestra visión del mundo exterior o interior? ¿Por qué cuando escuchamos una melodía o un tambor, sentimos esa necesidad de liberar el cuerpo y sentirla vibrar al ritmo de la música? Y ¿por qué cuando estamos lejos de la civilización y su tecnología, siempre hay alguien que empieza a pegar con un palo sobre una piedra y otro que deja que el aire recorra por su cuerpo para convertirse en la voz del alma a través del canto?

Quizás es la única manera para poder expresar nuestros interiores deseos o la voz del alma, ahí donde no llega el pensamiento ni la razón. Sólo en la tierra del inconciente, escondido bajo una manta de niebla que no deja atravesar al intelecto, sólo ahí podemos entrar en contacto con lo más sagrado, la vida, la creatividad, el alma…

Cada uno elige su manera de contactar con ese lugar interior y salvaje. Pero no deberíamos vivir la vida sin hacerlo. No podemos vivir desconectados de ese manantial sabio y eterno, porque entonces nunca llegaremos a conocer nuestra verdad. Porque eso es para mí el baile sobre todo, una expresión de mi verdad.

Algunos llegan al baile porque simplemente quieren salir y pasar un buen rato. Otros porque creen que el ejercicio físico les va a hacer bien. Son dos componentes muy importantes en el baile. El cuerpo disfruta entre risas y compañeras. Pero hay una parte más, que a veces no nos atrevemos a nombrar en voz alta. Sentimos la llamada de ese algo. No sabemos por qué al bailar nos sentimos más divinas, enteras, conectadas, femeninas… No entendemos qué magia tiene esta danza, pero sin pensarlo más nos dejamos llevar por su ritmo.
Yo creo que todos tenemos una historia que contar, una verdad personal que no se parece a la verdad de ninguna otra persona. Todos hemos vivido cosas distintos, y hemos creado formas de pensar y patrones según lo bueno y malo que nos haya pasado y afectado. Pero en nuestro interior está la verdad absoluta, la razón por la que estamos hoy aquí, y su única forma de expresarse es usando ese lenguaje que no habla el intelecto ni el pensamiento racional. Sólo a través del baile, la música, la pintura, la escritura… o cualquier manifestación artística, podemos reafirmar lo que sentimos, pensamos y somos en nuestro interior, y sólo así podemos conocer y expresar nuestra verdad y nuestra historia personal que se encuentra cristalizado entre nuestras células.
Os invito a compartir mi danza, para así poder recuperar el vuestro y traer al mundo la sabia verdad de vuestros corazones.

lunes, 22 de marzo de 2010

Cuando abrimos las puertas a la creatividad...

…descubrimos un chorro de ideas y inspiración que invade cada rincón de nuestras vidas.

Cuando tengo que preparar una coreografía o una canción para bailar, pongo la música, me empiezo a mover por la casa. Me preparo un té, doy un saltito con la música, ahí hay un cambio, un acento, una flauta.. Empiezo a bailar, cojo un velo, empiezo a dar vueltas. No bailo sólo la canción que necesito preparar, bailo la siguiente, y la otra y la otra… No puedo parar, todas me parecen igual de bellas y mi cuerpo se mueve solo. Vuelvo a la primera canción. Sólo necesito escuchar a mí cuerpo, ver lo que sale. Ya he abierto las puertas a la creatividad, y entonces sólo tengo que anotar, escuchar y confiar en que lo que sale es lo mejor que hay en mí. Y luego me acuesto, es tarde. Pero no encuentro la paz y me vuelvo a levantar. En mi mente giran textos, palabras que tengo que anotar, una canción para la clase de inglés de mañana, un ejercicio para mis alumnas de baile…

El día siguiente tenemos una fiesta de disfraz. Dos horas antes me acuerdo, no he preparado nada. No pasa nada, abro el armario, saco una falda, busco una flor… No pienso, no razono, simplemente sigo la creatividad hasta dónde me lleva, paso por paso. Y termino vestida de cabeza hasta los pies, pintada y decorada mejor que nunca.

Todos podemos abrir esas puertas, y nos sorprenderá el manantial de creatividad que encontramos. ¿De verdad sé hacer todo eso? ¿Esa idea fue mía? ¿De verdad he inventado yo esto?

Mi cuerpo conoce el idioma del baile, y entonces es mi mejor manera de abrir esas puertas. Pero cualquier cosa vale. Escribir, cantar, pintar, pasear por el bosque… Lo que nos llene y nos inspire. Una vez con las puertas abiertas podemos usar la energía para lo que queramos. Normalmente no tenemos ni que preguntar, la creatividad se ocupa de todo aquello en nuestras vidas que necesita arreglo. Me viene la idea de qué comprarle para mi padre para su cumple, sueño con las palabras que necesito decirle a mi amiga que está triste.

Luego sólo tenemos que aprender a cerrar las puertas. No del todo, pero dejándolos abiertos sólo una mijilla, para que la mente pueda descansar. Después de una jornada de trabajo creativo necesito un momento de meditación, una clase de yoga, una taza de té contemplando la nada. Y el día siguiente, cuando he recuperado fuerzas, sé cómo volver a abrirlos y el mundo mágico vuelve a ser mío.

sábado, 13 de febrero de 2010

Mis Madres de la Danza

Este rinconcito lo quiero dedicar a esas mujeres que me hicieron nacer como bailarina. Tengo la suerte de haber tenido a mi lado mujeres maravillosas con talento y cariño, que cada una me ha aportado algo de su baile y personalidad para que crezca y aprenda.

Yo llevaba tiempo buscando una profesora de danza del vientre cuando una conocida me habló de Kayra, nombre artístico de Paula Álvarez (www.kayra-danza-oriental.com). Aún me acuerdo de la primera clase, llegué temprano con una amiga que también quería probar. Aún no había empezado la clase y Kayra estaba ensayando unos pasos delante del espejo. Tenía el pelo largo y moreno hasta la cintua, una falda estampada, y cuando se acercó al equipo de música para bajar la música se movía flotando, con una suavidad que mi cuerpo no conocía. Y cuando la ví bailando supe que este era mi baile, la que llevaba tanto tiempo buscando. De ella aprendería todos los movimientos de la danza, la mágia y la sensualidad de un cuerpo femenino. Tiene una técnica impresionante y es perfeccionista, en el buen sentido. No estaba contenta hasta que los movimientos salían perfectos, lo que nos dió a todas una buenísima base.

Cuando me quedé embarazada de mi hijo Adahy, sentía que necesitaba seguir en mi camino y buscar otra cosa que la danza me podía ofrecer. No quería más técninca ni coreografías, bailaba porque con la música y el movimiento bailaba también mi hijo dentro de mi vientre. A través del baile sentía que podía hablar con el y conocer mi cuerpo que pronto iba a dar a luz a un nuevo ser. Entonces conicí a Mor Abovah, una hada madrina que con sus manos mágicos y movimientos llenos de fuerza nos hicieron olvidar todo lo que habíamos aprendido y volver a buscar dentro de nosotros nuestro baile privado. Podía dar la clase de una hora y media, sólo improvisando, a veces con su marido tocando el tambor, otras veces con su hijo pequeño enganchado a su pecho. Aprendí a bailar. Mi cuerpo ya conocía el idioma para la danza del vientre, pero no sabía usarlo para contar una historia. Aprendí a hacer mis movimientos fluir con la música, improvisar, olvidar los miedos y los límites. Bailé todo mi embrazo, durante las contracciones de mi parto, y seguía bailando con mi recién nacido enganchado a mi pecho. De Mor aprendí muchas cosas, no sólo que la danza hay que sacarlo de adentro, si no también que los hijos forman parte de cada momento de nuestras vidas.

Después de un tiempo seguí mi camino en manos de Annalüna (http://sietelunasdanza.com/. Acababa de abrir su academia de danza oriental en Marbella llamado Siete Lunas. Tenía muchos proyectos y coreografías, y creó un grupo lleno de alegría y ilusión. Preparabamos actuaciónes en teatros, ferias, fiestas... y nos divertimos como nunca. Apredí la importancia de la puesta de escena, la unión del grupo, los elementos, bollywood, el vestuario.... Fue también ella quién me ayudó a dar el paso y empezar a dar clases de danza del vientre. Aún nos juntamos cuando hay algún espectáculo o actuación para prepar algo, y los ensayos son llenos de risas, niños y diversión.

Gracias a las tres por acompañarme en mi camino, enseñarme tantas cosas y hacerme disfrutar de la danza. Aparte de estas tres mujeres, he aprendido de todos los talleres con diferentes bailarinas, las actuaciones, mis propias alumnas que me enseñan cada día.... Sigo aprendiendo de todas las mujeres y bailarinas a mi alrededor, gracias!

viernes, 8 de enero de 2010

Expresar a través de la Danza

Hay miles de formas creativas para sacar la verdad interior que llevamos dentro. Son simplemente distintos idiomas para decir lo mismo, para traducir el habla del alma, y compartirlo con el mundo exterior. El baile, la pintura, la poesía... son solo algunos, y cada mujer tiene que encontrar su manera, su idioma, su forma de expresión.
La Danza del Vientre es solo uno más, pero uno con la que muchas mujeres se sienten identificadas, ya que los movimientos del baile se han transformado durante miles de años para liberar y hacer girar la energía femenina. Sus movimientos ondulares y golpes de cadera se centran en el manantial de la energía fenemina y la energía sexual: la pelvis. Los movimientos suaves y serpentinos con los brazos conectan con el cielo y el Universo, ofrece y dirige la energía que penetra el cuerpo de la mujer danzando. A través de los pies descalsos que sacueden el polvo del suelo llega la energía de la Madre Tierra, y la vibración del shimmie la hace vibrar y cautiva todo alrededor. Cuando conocemos sus movimientos y bailamos fluidamente nos convertimos en pura energía femenina, una mujer danzando conectada con su ser interior y transportadora de la verdad de su alma.

Hace muchos años un amigo me dijo que cada persona debería aprender a tocar algún instrumento, bailar algún baile o hacer cualquier cosa creativa fluidamente, sin tener que pensar en lo que hace. Sólo entonces, cuando nuestro intelecto no está activo, y la mente se libera para sacar tono a tono, o movimiento a movimiento lo que la inspiración nos mande, sólo entonces podemos darle voz a los deseos y verdades de nuestra alma. Por ello es importante que primero aprendamos los movimientos, la base, la grámatica del idioma que queremos usar para expresarnos, para luego bailar fluidamente sin pensar, dejarnos llevar y liberarnos de todo lo que hemos aparendido.

Muchas veces olvidamos el verdadero fin de nuestro baile, y damos más importancia en tener un traje bonito o bailar una coreografía preparada correctamente sin fallar. Nos pintamos los ojos, nos adornamos, todo para que el resultado sea perfecto. Pero bailamos sin alma. Es como el pintor que deja de pintar lo que siente necesidad de expresar, empieza a pintar para complacer a los compradores. Bailamos los movimientos que hemos aprendido, con gracia y una sonrisa bonita, el público aplaude y disfruta. Pero no les hemos transmitido nada. No les hemos contado nuestra historia ni demostrado nuestro verdad. Pero peor todavía, no hemos sentido nada. A parte de los nervios, de estar contentos por lo que salió bien, y los aplausos, no hemos sentido nada.
Cuando bailamos conectadas tenemos la oportunidad de sentir y experimentar muchas cosas. Podemos crecer, cambiar, llegar a conocernos un poquito mejor. Podemos experimentar hasta dónde la inspiración nos puede llevar ese día, liberarnos para en estado de trance y meditación fluir con el Universo. Podemos sentir la sonrisa espontánea, que nace como un cosquilleo en el cuerpo, respuesta a la alegría de nuestro ser. Podemos cerrar los ojos para dejarnos llevar y olvidar las tres dimensiones que limita nuestra materia.

Un baile bailado de corazón, de una mujer abierta y inspirada, no puede ser otra cosa que bella. Sólo con presenciar como conecta consigo mismo, la alegría de su sonrisa sincera, nos regala una satisfacción incomparable.
Prefiero mil veces ver a una alumna nueva atreverse a cerrra los ojos y dejarse llevar, intentando dar movimiento a la voz de su alma, antes que una bailarina profesional con una técnica impresionante, pero que baila sin corazón y alma, sin estar conectada y sin transmitir.

domingo, 6 de diciembre de 2009

La Danza del Vientre y la Mujer

El primer baile
Mucho antes de que los humanos aprendieron a comunicarse con el lenguaje, los hombres y mujeres se expresaban a través del arte y la música. Los pueblos originarios usaban la mágia del baile en todos los acontecimientos importantes de la vida, las celebraciónes, la caza, la enfermedad, el nacimiento de un nuevo ser vivo y los rituales y ceremonías. Y no es de extrañar, ya que quizás el primer sonido que escucha un bebé antes de nacer es el latido del corazón de su madre. Es un ritmo que le acompaña cada segundo hasta que nace, a veces más rápido y fuerte, a veces más tranquilo mientras que la madre descansa. Es un ritmo que llevará dentro de sí en la vida exterior, y intentará reproducirlo con palillos y piedras. El baile también es algo innato, ya que el mundo es movimiento, y los latidos del corazón de la madre es una contracción de músculos, movimiento interno que el bebé percibe. El bebé vive el movimiento de su madre dentro del vientre, y para él no existe otra cosa, el primitivo baile y los sonidos que le llegan y formarán su música.

La Danza del Vientre

Los movimientos de la Danza del Vientre se han creado para el cuerpo femenino, para centrar y hacer fluir la energía de su vientre. Aunque todas las partes del cuerpo participan en el baile, el mayor movimiento se centra en la pelvis y la cadera, donde también se centra la energía femenina. Por eso tiene tantos beneficios para todo aquello que significa ser mujer: el ciclo menstrual, el embarazo, el trabajo de parto, la sexualidad... esta danza nos hace conectarnos con nosotras mismas, con nuestra propia esencia y esa mujer que todas llevamos dentro pero que muchas veces no conocemos. Desde pequeñas nos han enseñado a valorar el pensamiento crítico y la inteligencia (algo normlamente relacionado con lo masculino), y hemos dejado al lado nuestros sentimientos y nuestro bienestar psíquico y espiritual. Sin el pensamiento y la mente no somos seres humanos y sobra decir el valor que tiene para nosotros. Pero sin nuestros sentimientos y sensibilidad tampoco lo somos, y la Danza del Vientre nos puede ayudar a encontrar el equilibrio entre estas cualidades. Cuando aprendemos a hablar a través de nuestro cuerpo, liberando la creatividad y la imaginación, aprendemos también a desarrollar nuestros valores intuitivos que luego podrán trabajar junto con nuestro intelecto para convertirnos en mujeres fuertes y realizadas.