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lunes, 19 de septiembre de 2016

¿Qué es una Tienda Roja?

Tienda Roja, San Diego
fuente: mujerciclica.com

Una Tienda Roja es un lugar recuperado en nuestros tiempos modernos de las culturas indígenas y la historia perdida femenina, donde se reunían las mujeres para menstruar, parir y compartir su conocimiento femenino. El movimiento de las tiendas rojas es la creación de espacios sagrados donde tienen cabida todas las mujeres, para transmitir y conectar con nuestra sabiduría ancestral.

Aquí os dejo un extracto de la página tiendasrojas.info donde varias mujeres cuentan lo que es una Tienda Roja con sus propias palabras:

"Una Tienda Roja es un espacio cálido, confortable, sanador y absolutamente femenino, es una Gran Útero donde todas las mujeres tenemos cabida. El movimiento de Tienda Roja busca recuperar ese espacio de sabiduría, comunicación, ese espacio de compartir donde antiguamente nuestras ancestras se reunían para pasar juntas sus menstruaciones, sus partos, donde su poder femenino se tejía entre leyendas y cuentos, dónde todas se nutrían de la sabiduría de las más ancianas y de la inocencia de las más jóvenes.

viernes, 3 de junio de 2016

Encuentros de Luna

Queridas Mujeres

Hoy os quiero proponer algo especial.

¿Te imaginas un encuentro entre mujeres para hablar de tu ciclo menstrual? ¿En un lugar seguro y sagrado, donde sentir y conocer nuestra naturaleza cíclica, resolver dudas, compartir sentimientos, y hablar de lo que nos mueve y remueve? Un espacio para crear una menstruación más consciente, conocer las alternativas, aprender sobre las energías de los arquetipos femeninos y realizar diagramas menstruales. Comentar libros sobre el tema y en general compartir entre mujeres nuestra búsqueda hacía una menstruación sana.
En cada encuentro realizaremos dinámicas para conectar con nuestro cuerpo, nuestra naturaleza femenina y nuestra ciclicidad.
Una vez al mes, el sábado más próximo a la luna nueva, os recibiremos para juntas honrar y conectar con nuestro ciclo menstrual. Quizás acabas de empezar tu búsqueda hacía una conexión mayor y un disfrute de tu ciclo menstrual, o quizás ya llevas años buceando en las profundidades de la psique femenina y deseas compartir en circulo, sanar y honrar nuestra feminidad colectiva.

Estos encuentros son gratuitos, de aportación voluntaria, abiertos para todas las mujeres, niñas, abuelas que desean celebrar su naturaleza cíclica, en unión con otras mujeres.

Para más información y para confirmar tu asistencia al primer Encuentro de Luna el 2 de julio a las 19:00 en Churriana (Málaga).

tlf 607622058
danzademujer@gmail.com

sábado, 12 de abril de 2014

Curso online Menstruación Consciente

¡Llega la versión online del curso Menstruación Consciente! Ahora la distancia y el tiempo no será un obstáculo, podemos compartir juntas durante 4 semanas el camino hacía una menstruación más consciente y saludable. A través de vídeos, ejercicios y encuentros virtuales propongo reconectar con nuestro ciclo menstrual y nuestra pelvis femenina.  Para más información e inscripción: sofia.nikander@gmail.com


jueves, 10 de abril de 2014

Re-evolución de la Mujer



Revolución. No una revolución con lanzas y espadas, sino una re-evolución. Re-aprender lo que somos, nuestros cuerpos y almas. Está por todas partes: blogs, páginas de facebook, columnistas reinventando lo femenino… Si lees esto, es porque también formas parte de ella, la re-evolución. Tenemos que volver a evolucionar. Nuestro cuerpo casi ha olvidado como ser en el mundo. Cómo parir, como andar, como menstruar. Un camino tambaleante: dos pasos hacia delante y uno hacía atrás. Un camino para volver a encontrarnos y recordar lo que significa ser mujer. Porque, a pesar de lo que nos venden, no es amar a los vestidos y los tacones, maquillarse y tomar píldoras para regular las hormonas y tampones para esconder nuestro sangrado. Ni se limita a ser (o no ser) mamá, ser trabajadora, tener pechos, ovarios… no es ser la chica del anuncio de tampones que te promete que te olvidarás por completo que tienes “esos días”. Parece que la sociedad quiere que te olvides de quién eres, para sonreír y bailar en el escaparate. Para los demás. Aprendemos desde pequeñas a convertirnos en maniquíes sin rostro e identidad. Sin sagrado, sin lágrimas, sin sonrisas auténticas que resuenan en tu interior. No hay nada malo con arreglarse, maquillarse y amar los vestidos. Yo también lo hago. Pero lo hago por mi misma. Para honrar mi naturaleza, mi ser. Cuando sangro, observo la belleza de mi sangre rubí, la huelo, pinto con ella, la festejo. Porque no es el único, pero si es uno de los caminos principales hacía mi revolución. Mi re-evolución a ser mujer. 

¿Por dónde empezar? Conecta con tu ciclo menstrual, apunta las emociones y cambios en ti. Respeta tu cuerpo. Cambia las compresas desechables y los tampones para poder oler y sentir tu sangre al mismo tiempo que te cuidas. Compresas de tela, mooncup, sangrado libre... busca tu alternativa. Recolecta tu sangre, huélela, tócala. Pinta un pequeño dibujo en tu agenda con ella. La sangre menstrual no tiene un poder mágico, pero respetarse y conectar con uno mismo es la magia más grande que existe. Te transformará. Prepara un altar para siempre tener un trocito de tu esencia presente, riega una planta con tu sangre y observa la fuerza con que empieza a crecer. Siéntete, ámate. Actos simples pero poderosos. Volveremos a re-evolucionar. Y con nosotras la sociedad. Porque la sociedad somos cada una de nosotras. Tu y yo también. Así de simple. Punto y seguido.

jueves, 16 de enero de 2014

Sexualidad femenina

En el colegio nadie me explicó que la sexualidad femenina era distinta a la de los hombres. En realidad no sé habló de la sexualidad. El profesor sacó tartamudeando un plátano y un condón del maletín, nos enseñó como ponerlo y luego empezó a hablar de óvulos y sangre. Nadie se atrevía a mirar a nadie, y más de uno tiñó sus mejillas de rojo tomate. En el colegio no nos aclararon nada, y lo que necesitábamos saber (creíamos) ya lo habíamos aprendido de MTV, las revistas de moda y lo que nos contaban las demás. Pero en ningún momento se nos habló de la sexualidad desde una perspectiva femenina, que no fuera "cuidado que te puedes quedar preñada y entonces lo has jodido". Más bien se nos transmitió quizás inconscientemente que en el fondo las mujeres ni desean ni necesitan sexo. Y los hombres si, a todas horas, como sea y con quién sea. ¡Cuánto daño no se ha hecho ya a la sexualidad tanto femenina como masculina.. ya es hora de que cambie! Así que uno mi voz a tantas otras que escriben sobre lo mismo: sexo. Con el fin de que nos quitemos las ideas rígidas y anticuadas de lo que es la sexualidad. Quitar los tabúes y hablar abiertamente no es suficiente, porque eso ya lo hemos hecho durante años. Seguimos hablando de sexo desde una perspectiva masculina, o como si estuviéramos ovulando 30 días al mes. Cómo si el deseo del coito y el orgasmo fuera lo único importante. Es tan sólo una faceta, una milésima parte de lo que es la sexualidad femenina.
Nuestro ciclo sexual es mucho más que eso. Se va transformando a lo largo del mes, a lo largo de los años, dependiendo de la etapa de la mujer. Los orgasmos dependen del ciclo menstrual, la intensidad, la forma, la altura... el deseo, y el objeto de deseo igual.


Mi ciclo sexual

Ovulación
Quizás es la faceta de la sexualidad femenina más conocida, la que decoraba las banderas de guerra de la liberación de las mujeres. Mujeres a quienes les gusta el sexo, disfrutan y desean. Viviendo en una sociedad patriarcal como estamos, seguimos atados a un falocentrismo que asusta, donde el coito y el pene tienen el protagonismo absoluto. Cuando conseguimos deshacernos de eso, cada una en su intimidad y sus fantasías para empezar, podremos disfrutar de verdad más allá de lo que es el placer genital.
Pero en los días ante de ovular el deseo es hacía fuera, destinado hacía una cosa: el orgasmo y el disfrute corporal. El simple roce del pantalón contra mi vagina es placentero. Ver unas manos fuertes o un trocito de barriga me pone a cien en pocos segundos.  Los que teneis gatos y perros veréis el parecido cuando van con la cola hacía el lado, andando hacía atrás buscando al macho... parece que gritan "¡¡aquí, aquí está el agujero!!". Bien más o menos, así busco a mi pareja, me rozo con su pierna, maullando como un gato. Todo mi ser biológico grita que ahora estoy fértil, ahora podemos poner nuestro granito de arena (o esperma) para salvar la humanidad.

Premenstrual
Pasada la ovulación el fuego interno se apacigua. Suele nacer en mi un deseo distinto, destinado a cuidar, cuidarme y a los míos. Cuidar las semillas de mi vida. Disfruto en la bañera viendo el juego de la espuma y el agua sobre mi rodilla. Siento mi cuerpo desnudo, el goce de mi misma dentro de mí. El deseo es calmado y sensual. Disfruto del suave roce del otro cuerpo, la compenetración, el convertirnos en uno.

Menstruación
Durante los días de sangrado el deseo cambia. Se transforma. No es directo ni lineal como en la ovulación, si no caótico y animal. No desea cuerpos humanos ni piel, si no olores fuertes, lobos, tierra... Son unos pechos hinchados debajo de una blusa sin sujetador, pezones rígidos, faldas anchas, tambores y sangre. No tiene forma, no tiene color. No está dirigido hacía el orgasmo ni lo necesito. (si no lo quiero usar para aliviar alguna molestia o tensión en el útero o los ovarios). Andar descalza y enterrar los pies en el barro, recolectar mi sangre y pintar algo con ella, es erótico y sensual, erótico y sexual. Más que nunca. Nace en el submundo y sale de mi garganta como el aullido de una mujer-loba. Una faceta de la sexualidad femenina tan malentendida, tan escondida, tan tabú.  te sientes poderosa, fuerte, sexual. Casi destructiva. La Diosa Kali que reina sobre la muerte, hermosa y lleno de erotismo.


Parto y lactancia

Recuerdo la primera vez que vi las palabras "sexualidad" y "parto" en la misma frase. Tenía a mi bebé de pocos días amamantando en mi pecho mientras navegaba entre blogs y páginas sobre parto y crianza. Leía el párrafo una y otra vez. Ya no recuerdo quién lo había escrito, pero más o menos hablaba de que el parto era uno de los momentos más importantes del ciclo sexual femenino, el más fuerte y potente. Por qué nadie me había contado eso antes? De repente entendía por qué mi parto avanzaba tan lentamente, por qué después de haber dilatado 10 cm me llevaron al quirófano para hacerme una cesárea. Si el parto debería ser una experiencia sexual ya me había encontrado con varios problemas. Primero, que sexualmente no me conocía ni me respetaba ni disfrutaba ni... en fin, estaba tan desconectada de mi cuerpo y mi propia sexualidad como podría haber estado. (Cómo, cuando empecé a mirar a mi alrededor, la mayoría). Y segundo, si el parto debería ser una experiencia sexual... cómo creen en serio que eso podría funcionar entre médicos, matronas que entran y salen, pinchazos, miedos, luz tensa... Ahí empezó mi camino hacía mi misma, hacía mi propia sexualidad.
Descubrir los partos orgásmicos un tiempo después fue como una afirmación, claro, así es como debería ser. La sexualidad no torna alrededor de un pene. Ni los partos alrededor de un médico. Pero mientras seguimos desconectadas de nuestra sexualidad cotidiano, nuestros partos y embarazo seguirán siendo momentos incontrolables y insoportables donde necesitamos la ayuda de la medicina para poder parir. Tan sólo piensa en lo doloroso que es un coito si no estás excitada y dispuesta. El parto implica las mismas hormonas, los mismos músculos, los mismos órganos. Si no estás excitada y dispuesta, si no tensa y llena de miedos, ¿cómo no va a doler?

Luego, unos meses más tarde leí en el libro de Carlos Gonzáles "Bésame mucho" cómo el hecho de dar el pecho en algunas mujeres les llevaba al orgasmo. Sí, yo también podía percibir ese cosquilleo en mi interior (que luego, años más tarde aprendí que era mi útero que palpitaba con el chute de oxitocina que se liberaba). Algo tan tabú, parece tan perverso por el hecho de haber un bebé (TU bebé) de por medio. Pero es la naturaleza femenina, igual de aceptable y hermoso que cualquier otra cosa. Y lo más importante, es tan sólo una faceta más de la sexualidad femenina.

Igual, la sexualidad masculina no creo que pueda ser tan limitado y falocentrado como nos lo venden. Tan lineal, tan comprimido en un sólo órgano. No lo creo, y si hay algún hombre que lee esta entrada estaré encantadísima de leer su experiencia. Porque deshacernos de ideas limitadoras y anticuados es nuestro deber como mínimo, para poder transmitir la visión de una nueva sexualidad, respetuosa y sana, a nuestros hijos.

domingo, 12 de enero de 2014

¿Dolor menstrual?

Empecé escribiendo esta entrada con una idea totalmente distinta de lo que acabaría siendo. Quería escribir una entrada sobre posturas y movimientos que alivian el dolor menstrual, pero se convirtió en otra cosa (ya dedicaré una entrada aparte a eso). Suele pasar. Tienes una idea en la cabeza pero mientras escribes las palabras e ideas empiezan a fluir desde otro lugar y dejas de razonar. El texto nace.

¿Dolor menstrual? Yo también.  De vez en cuando también convivo con lo que difusamente llamamos "dolor menstrual". Hace años, ese termino difuso de dolor que compartíamos casi todas mis amigas y yo, se convirtió para mí en un diagnóstico de ovarios poliquísticos y endometriosis después de pasar una noche en urgencias debido al fuerte dolor pelviano. Entonces entendí que tenía que cambiar algo, buscar la respuesta a mi dolencia en mi interior. Empecé a conectar con mi útero a través de la danza del vientre. Luego empecé a hacer relajaciones del útero casi a diario. Leí todo lo que encontraba sobre el ciclo menstrual y aprendí sobre mi sangre y mis arquetipos en varios cursos y talleres. Sí, el dolor desaparecía poco a poco. Se transformó. Se convirtió en palabras y emociones, en una nueva conexión con mi cuerpo femenino. Descubrí el impacto del estrés sobre nuestro útero y ovarios, lo importante que es escucharse y sentirse. Un efecto secundario fueron los orgasmos intensos, la posibilidad de poder controlar la sangre menstrual y no tener necesidad de usar compresas o tampones, y poder sentir mi útero palpitar cuando me emociono.  Algo, que creo que todas las mujeres estamos diseñadas para sentir y experimentar, si no fuera por la ignorancia y desconocimiento que cubre nuestra sociedad.

A veces vuelvo a tener un dolor difuso durante la menstruación. Aparece cuando estoy demasiado cargada de trabajo y autopresión... o simplemente no estoy en el aquí y ahora como debería estar. Pero en vez de tomarme una pastilla para aliviarlo, intento escuchar lo que mi cuerpo me quiere decir. Si escucho atentamente mi cuerpo no tiene necesidad de gritar en forma de dolor.

No soy médico. No sé las causas biológicas de los dolores menstruales, pero por mi propia experiencia y las experiencias de muchas mujeres en mis talleres y a mi alrededor he sacado algunas conclusiones.

1) El dolor menstrual debido al estrés, la autopresión y la competividad.
Antiguamente se solía decir que la endometriosis era la enfermedad de la mujer trabajadora. La sufría las mujeres que competían en un mundo patriarcal por demostrar su valía. Por querer hacerlo todo, abarcarlo todo. Tantas, tantas veces he comprobado como el estrés influye negativamente en el dolor menstrual. Muchas veces basta con parar el ritmo y escucharse. Si siento que el dolor que tengo es de ese tipo sé lo que tengo que hacer. Unos minutos de relajación y luego bajo la atención a mi pelvis. Actúo y siento desde ahí para evitar la competividad y presión que nace en la mente. Digo a las personas que tengo a mi alrededor que mi cuerpo necesita descanso y me deshago de todas las obligaciones posibles. Me dejo estar. Me acepto.

2) Dolor menstrual debido a un útero tenso.
El útero es un músculo liso. No la podemos controlar voluntariamente, pero igual que el corazón es afectado por nuestras emociones también lo es el útero. Si sentimos miedo nuestro corazón se acelera. No podemos voluntariamente bajar el ritmo, pero todos sabemos que si nos relajamos, el ritmo del corazón también enlentecerá. Cuando sentimos miedo nuestro útero se contrae y aunque no podemos relajarlo voluntariamente podemos hacerlo relajándonos y relajando los músculos alrededor. Igual que todas las emociones afectan a nuestro corazón, también afectan a nuestro útero. El útero en muchas culturas es llamado el segundo corazón, es de ahí donde nacen nuestros hijos y proyectos. Es un órgano vivo que es afectado por todo lo que pasa en el resto del cuerpo.  

3) Un útero lleno de sangre menstrual que necesita vaciarse.
Desde hace un año no uso tampones ni compresas si no lo que suelen llamar sangrado libre. Consiste en controlar el fluyo de la sangre, sentir cuando el útero está lleno y necesita vaciarse y en ese momento dirigirse al baño y soltar la sangre. Cuando el útero está lleno de sangre empieza a mandar mensajes al cerebro a través del cuello del útero que funciona como un esfínter. Si no vacías la sangre manda señales más fuertes, incluso dolorosas. Lo suelo comparar con cuando tienes muchas ganas de orinar o defecar pero te aguantas. Primero el cuerpo te manda señales suaves, pero luego es casi doloroso si te sigues aguantando. Con el sangrado menstrual pasa lo mismo.
Entonces, como yo creo firmemente en que todas las mujeres están diseñadas para poder controlar su sangrado menstrual, ¿qué pasa cuando sus úteros se llenan de sangre pero la mujer no recibe o entiende el mensaje que le manda su útero? ¿Cada vez sentirá ese dolor punzante hasta que se produce la descarga y se llena la compresa o el tampón de sangre? Si es así, quizás gran parte del dolor menstrual que sentimos es sólo eso, un mensaje natural y útil de nuestro cuerpo que no sabemos descifrar.

Ojalá se pudiera destinar dinero y esfuerzo para investigar las causas del dolor menstrual y cómo funciona el sangrado de verdad. No la parte puramente biológica que ya conocemos, si no la raíz del problema. Para mí, es imposible separar el cuerpo físico del cuerpo energético y emocional, y la científica y la psicología ya ha reconocido la importancia de las emociones y el estrés sobre tantas enfermedades y órganos del cuerpo. A qué estamos esperando para reconocerlo también cuando hablamos de la menstruación? El día a día de tantas mujeres que está controlado con hormonas y pastillas, que quizás mejoraría con simplemente concienciarse y conectar con sus cuerpos femeninos a otro nivel.



viernes, 20 de septiembre de 2013

Alternativas para la menstruación: sangrado libre, mooncup, compresas de tela...

Compresas, tampones, mooncup, compresas de tela, sangrado libre... Pero ¿qué elegir para sentirnos respetuosas con nuestro cuerpo y ser, el medioambiente, sentirnos libres y felices de ser mujeres? Para mí, la solución no está en el anuncio con la mujer vestida de minifalda o pantalón blanco, que asegura que no notarás nada, te sentirás libre porque con este producto será como si no estuvieras sangrando. No, para mí eso no es libertad. Para mí, eso es oprimir parte de mi ser y de mi cuerpo. Si combino ese prodcuto que hará que ni notaré que estoy sangrando con la píldora para controlar los días y unos analgésicos por si me molesta, ya casi me he convertido en un hombre, ¿no? Por lo menos me he convertido en el modelo-mujer que nos venden que debemos ser para ser eficazes y felices, pero que no es real y no toma en cuenta nuestra naturaleza. Así que he buscado alternativas. Durante mucho tiempo he ido probando y re-probando las diferentes alternativas, y quiero compartir mi experiencia, lo que funciona para mí. Y las muchas preguntas, dudas y el gran interés que despertó la entada sobre el sangrado libre, me lleva a intentar explicar cómo funciona y cómo llevarlo a cabo.

lunes, 6 de mayo de 2013

Uno por uno se van cayendo los velos de los prejuicios, creencias y emociones negativos, que hasta ahora tapaba la verdadera esencia y sabiduría de nuestro ciclo menstrual. Las mujeres somos seres cíclicas, cambiantes, y ahí reside nuestra fuerza y nuestro poder. Pero nos hemos criado en una sociedad patriarcal donde se valoran las energías masculinas: proyectables y lineales. Olvidamos nuestra naturaleza cíclica y su poder, despreciamos nuestra inconsistencia como si fuera una debilidad en vez de un regalo. Pero es posible, aquí y ahora, decidir vivir nuestra naturaleza innata, convivir con las fuerzas masculinas complementándonos con nuestro interior cíclico y renovador.

Reflexiones sobre la Mujer


Ser Mujer es mucho más que tener útero y pechos, poder dar a luz y tener la menstruación. Es muchos más que todo eso, pero ¿cómo podamos vivir plenamente nuestra existencia como Mujeres si desconocemos o no gozamos de nuestro cuerpo de Mujer? Los procesos naturales de la sexualidad y corporalidad femenina los vivimos según las pautas que han interpretado dese un sistema patriarcal, donde las supuestas valores masculinos son los únicos válidos. Digo supuestos porque dudo que lo que desde hace centenares de años se considera masculinidad realmente lo sea y hoy está naciendo una nueva era también para los hombres, viviendo su masculinidad desde el respeto y el amor. Pero nuestro sistema actual si está regido por los valores patriarcales, donde lo que es la esencia de la mujer se ha considerado debilidad y caos, algo peligroso que necesitamos controlar.

jueves, 18 de abril de 2013

Menstruación: sangrado libre


Os imaginais menstruar sin usar ningún tipo de producto (tampones, copas menstruales, compresas...) para retener la sangre? A la mayoría seguro que os viene a la mente la imágen de una mujer andando por la calle con el pantalón lleno de sangre, pero no, no se trata de eso. Me refiero a mujeres que sienten su cuerpo y su útero, sienten la necesidad de evacuar la sangre cuando el útero está lleno, y simplemente van al baño (o donde prefieran) para dejar salir la sangre. 

Si decido no usar nada para retener mi menstruación y escuchar a mi cuerpo para dejar la sangre salir, soy radical? Es volver a la prehistoria? No, nada de eso. Es querer ser libre. Querer sentir mi cuerpo, ser feliz en mi cuerpo.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Bailando con la Luna- Taller de danza del vientre y el ciclo menstrual

A través de la danza reconectamos con nuestro útero y ovarios, con nuestro cuerpo y los cambios físicos que experimentamos a lo largo de nuestro ciclo y vida.
Tomamos mayor conciencia de nuestra naturaleza cíclica y las energías y necesidades de las cuatro fases de nuestro ciclo menstrual (pre-ovulación, ovulación, pre-menstruación y menstruación).
Si conocemos nuestro ciclo podemos cultivar el potencial creativo y los dones que fluyen con la energía de nuestro ciclo, y las posibles molestias relacionadas con el ciclo se convierten en mensajeros de nuestras necesidades.
La danza del vientre se convierte en una herramienta para conocernos, cuidarnos y reconectarnos con nuestro cuerpo.


Tenemos dos fechas y lugares disponibles para este taller:
Precio: 38€
1 octubre de 17:00-21:00 en Baila Conmigo (c/ M. Ángeles Aspiazu nr10, Fuengirola)

15 octubre 10:00-14:00 en Yoga Sala (c/ Moreno Monroy nr5, Málaga)
Sofia Nikander
sofia.nikander@gmail.com
tlf. 607 622 058
danzademujer.blogspot.com


Este taller forma parte del ciclo danza del vientre “Danza de Mujer” pero todos los talleres son independientes y se puede apuntarse a talleres sueltas. No importa el nivel de danza del vientre de las participantes, ya que trabajaremos con los pasos básicos en todos los talleres.