jueves, 22 de septiembre de 2011

Bailando con la Luna- Taller de danza del vientre y el ciclo menstrual

A través de la danza reconectamos con nuestro útero y ovarios, con nuestro cuerpo y los cambios físicos que experimentamos a lo largo de nuestro ciclo y vida.
Tomamos mayor conciencia de nuestra naturaleza cíclica y las energías y necesidades de las cuatro fases de nuestro ciclo menstrual (pre-ovulación, ovulación, pre-menstruación y menstruación).
Si conocemos nuestro ciclo podemos cultivar el potencial creativo y los dones que fluyen con la energía de nuestro ciclo, y las posibles molestias relacionadas con el ciclo se convierten en mensajeros de nuestras necesidades.
La danza del vientre se convierte en una herramienta para conocernos, cuidarnos y reconectarnos con nuestro cuerpo.


Tenemos dos fechas y lugares disponibles para este taller:
Precio: 38€
1 octubre de 17:00-21:00 en Baila Conmigo (c/ M. Ángeles Aspiazu nr10, Fuengirola)

15 octubre 10:00-14:00 en Yoga Sala (c/ Moreno Monroy nr5, Málaga)
Sofia Nikander
sofia.nikander@gmail.com
tlf. 607 622 058
danzademujer.blogspot.com


Este taller forma parte del ciclo danza del vientre “Danza de Mujer” pero todos los talleres son independientes y se puede apuntarse a talleres sueltas. No importa el nivel de danza del vientre de las participantes, ya que trabajaremos con los pasos básicos en todos los talleres.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Ser Mujer

Las veo por las calles, algunas escondiéndose entre hombros caídos y miradas al suelo. Otras se aman y apenas rozan la cera con sus zapatos.
Las veo a todas, rellenas, delgaditas, pelirrojas, rubias, morenas… con la piel oscura como el chocolate o casi blanca y transparente del país del hielo.
Las veo a todas, y puedo percibir la bella mujer que vive debajo de su piel, debajo de su armadura y sus escudos, sus muros construidos para protegerse contra los insultos, injusticias y violencia. A veces visible y a veces no. A veces una palabra menospreciante, a veces algo más. O simplemente una mirada que le obliga a dejar aquello que su corazón anhelaba para volver a la tarea indicada para ella.

Me encanta ser mujer y todo lo que eso conlleva. Ser creativa, sensible, sensual, protectora, fuerte, inteligente, capaz… Me encanta poder parir, amamantar y cuidar de los míos, y me encanta cuidarme a mí y realizarme a mi misma, ya sea estudiando o con ese proyecto vital, ese sueño que es sólo mío.
Y ¿por qué no? La mujer es uno de las dos mitades más bellas de la especie humana. La otra mitad, el hombre. Vivimos en un mundo desequilibrado, luchando contra las fuerzas de la naturaleza, contra nosotros mismos y nuestra autenticidad. No sé si estamos desequilibrados porque vivimos en un mundo desequilibrado, o si el mundo externo tan sólo es un reflejo de nuestro desequilibrio interior. Pero para alcanzar el equilibrio tenemos que empezar con nosotros mismos.
Y hasta que no sepamos valorar al otro peso de la balanza igual que a nosotros mismos (o lo que debería aprender mucha mujeres, valorarnos a nosotras mismas como valoramos al otro peso), nos caeremos nosotros también. Me imagino dos pesos haciendo equilibrio en un palillo. Da igual si están lejos, o más cerca del punto medio, mientras que estén a la misma distancia del centro, habrá equilibrio. Si ese punto medio fuera el respeto, el amor, o el valor, ya tendríamos algo que nos señalara el camino.

Cada mañana cuando me despierto encuentro nuevas razones para dar las gracias. Puedo dar las gracias por el sol dorado que ilumina mis cortinas o la lluvia que roza el cristal. Por sentirme bien, por volver a nacer cada día, enfrentándome con un sinfín de oportunidades y proyectos. Puedo dar las gracias por tener personas a mi lado que me respetan y me quieren, por ser quién soy… por ser mujer. Porque ser mujer es ser bella, humilde, fuerte, poderosa, llena con un amor incondicional, capacidad para proteger, nutrir y crear vida. Ser mujer no es ser más que nadie, ni menos, es estar hecha por la misma esencia que el otro peso de la balanza, y a la vez tan distintos.