martes, 17 de julio de 2012

Quietud...

Un rayo de luz que traspasa los nubes. Brillante y dorado ilumina las miles de gotas de lluvia que adornan las hojas y el tejado de la casa. Calma. Paz. Ya era hora. Llevaba un tiempo llevando las reservas de mi cuerpo y alma hasta el borde, mi mente no encontraba la paz entre pensamiento y pensamiento, y aún en sueño con las estrellas reinando en el cielo seguía planeando los proyectos de mi ego.
Quizás tenía miedo de parar, porque hace unos meses que descubrí ese vacío, o ese "todo" que no contiene nada, cuando dejo de trabajar, actuar, moverme, bailar, leer... Entonces, cuando cesa el movimiento y los pensamientos se paralizas, se contempla el vacío, el vació del ego. Ahí, en ese vació no soy nada, nadie. Me covierto en mis sensaciónes del espacio, una suave brisa, las hojas de que se mueven lentamente, el perro del vecino que ladra... pero mi YO que he ido construyendo a lo largo de los años no está. Ese vació asusta, pero debajo de las capas del mundo mundiano es lo único que existe. Y cuando llegamos a conocerlo nos damos cuenta de que es todo. Ahora la quietud me acuna hasta dormirme plácidamente. Mi mente descansa sin que las cosas inacabadas lleguen a alcanzarle. Mi alma sonríe, porque por fin tengo tiempo de contemplar los pequeños detalles indetectables, sonreírle a la gente sin reparo y reírme sin acordarme de los muros que un día construí para protegerme.

Hace mucho tiempo que no escribo en el blog, no publico más talleres, no entro en mi facebook, no leo mi email... Agradezco a todas los que me escriben y siguen aún cuando mis proyectos de vida están disfrutando de la quietud igual que yo. A veces me absorbo, igual que tantos millones de personas en este mundo, en mi trabajo y mis relaciones, quizás para no sentir ese lugar donde reina la quietud, donde el ego con sus proyectos y emociones no existe. Donde ya no surgen más preguntas para buscar respuestas, si no donde todo ya ES.

Ahora estoy en Finlandia, el país que me vió nacer, donde mis sentidos gozan de los olores y sensaciones que fueron creados para sentir. Aquí disfruto de lo que muchos llamarían vacaciones, pero yo llamo una vuelta a mi centro, a ese lugar lleno de calma y quietud, donde puedo nadar en un mar de recuerdos y amor.
Pronto estaré de vuelta, llena de nuevos ideas y proyectos, porque desde la calma nacen la creatividad y la energía para llevarlos a cabo. No sé cuándo será, cuando mi alma esté listo para ponerse el chaleco del ego y volver a tejer mi vida.
Un abrazo a todos y nos veremos dentro de muy poquito