sábado, 16 de enero de 2010

Formación de Doulas- Seminario I

"Es maravilloso cómo el Universo comienza a ayudarte en el momento en que estás dispuesta a cambiar. Te ofrece lo que necesitas: un libro, una cinta, un maestro, un amigo que te hace un comentario aparentemente insignificante y que de pronto adquiere un profundo significado para ti. Presta atención a todo lo que sucede a tu alrededor cuando empiezas a realizar cambios interiores y sigue las señales. Recuerda que tu mejor indicativo son tus emociones; ellas te dirán cuándo estás en el camino correcto"
Louise L. Hay

Estoy dispuesta a cambiar, a crecer, aprender y ayudar. Estoy dispuesto a seguir dando pasitos en este camino mío, que empezó a formarse hace muchos años, pero que hasta unos pocos era invisible. A mi lado andan muchas mujeres y amigas, y nos guía la doula Susana Olalla, una mujer increible y sabia que nos hace posible esta Formación de Doulas aquí en Málaga. En este primer seminario, que duró el fin de semana del 22 y 23 de enero 2010, hablamos de la matrona y la doula, asistencia y acompañamiento, y pudimos disfrutar de la comadrona Mireia Marcos, su dulzura y sencillez, energía y capacidad, junto con la doula Susana Olalla. Nos hicieron nacer y parir, entre estellos de emociones secretos y escondidos. Pero también nos ofrecieron toda la información practica del papel de la matrona y la doula, cómo deben trabajar juntos, las partes bonitas y difíciles del trabajo, y todo relacionado con el parto en casa y el parto hospitalizado.

Quiero simplemente compartir las reflexiones y pensamientos que voy teniendo durante los seminarios, estos encuntros con mujeres concientes llenos de energía y amor. Puedo decir que hay un antes y un después, un Yo sombreado sin conturas, y un Yo fuerte y confiado que brilla con una luz nueva.

Lo más grande que he aprendido en este seminario ha sido confiar en mi misma y mi capacidad para dar a luz. Yo estaba a favor de los partos en casa, y me parecía de lo mejor y más natural para un bebé. Pero no conseguía ver que eso también me incluía a mí, mi cuerpo y mi historia. Cuando mi hijo nació por cesárea hace tres años me dí cuenta de la sombra que descansaba sobre todas las mujeres de mi familia. Empecé a sumar uno más uno, mi madre tuvo tres cesáreas porque no diltaba, mi abuela se hizo la histerectomía después de dos partos que duraron tres días con contracciones que no parecían hacer efecto. Mi hermana no dilataba hasta que le pusieron el epidural y nacieron sus gemelos. Yo me quedé estancada en 2 centímetros con contracciones fuertes durante 12 horas.. hasta que dejé que me pusieron el epidural, me desconecté de mi misma y conseguí dilatar sin implicación emocional. Y terminé en cesárea. Primero asumí que las mujeres de mi familia "no sabían dilatar". Luego aprendí que un parto no es sólo físico si no también emocional, y que la sombra que nos oscurece se puede llenar de luz y desaparecer. Cuando estás ahí, en el filo invisible entre la vida y la muerte, tienes que estar entera, conectada con esa mujer-animal que no conoce el neocortex ni la lógica.
Yo deseaba un parto en casa, pero el miedo de que yo no sería capaz se escondía debajo de mi piel. Ahora sé que necesito sanar de algo que todavía no conozco, pero algo que llevamos arrastrando las mujeres de mi familia desde hace siglos, y que así sanaré a todas, las del pasado y las que están aquí conmigo. Ya no tengo miedo, simplemente confío y doy las gracias porque sólo así podía darme cuenta. Si hubiera tenido un parto fácil, sin complicaiones hubiera seguido viviendo en una mentira artificial, sin ni siquiera saberlo.

Hace tres años empecé el camino hacía mi sanación, y aunque estoy más cerca me queda mucho por crecer. Pero es curioso cómo la Vida, cuando decides cambiar, te ofrece las posibilidades y las personas para hacerlo. La energía tan viva y amorosa del seminario permaneció durante varios días en mis células. Nunca había sentido nada parecido, pero al mismo tiempo era de lo más natural y familiar. Simplemente me sentía bien, feliz, entera y conectada conmigo misma.

En el seminario había muchas mujeres en busca de lo mismo, con sus bebés y niños en una convivencia sin problemas. Algunas embarzadas, con planes de partos en casa, otras simplemente deseando aprender para crecer como personas y doulas. Todas estabamos ahí, atraídas por la ídea de poder ayudar a otra mujer a parir con amor. "Para cambiar el mundo primero hay que cambiar la forma de llegar a el."
Gracias a todas por poder formar parte de esto, estoy deseando volver a revivirlo.
Hasta el próximo encuentro.

2 comentarios:

  1. Que preciosa entrada sofia. Lo que hemos vivido en el seminario ha sido muy intenso y agradezco infinitamente haberlo podido compartir contigo. A mi no me cabe la menor duda de que puedes parir y de que tu próximo parto va a ser el que tú desees. Adahy tiene mucha suerte de tenerte como madre y yo me siento afortunada por tenerte como amiga

    Besos

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  2. ole, preciosa...que bonito ver otro blog de las doulas..cuantas palabras llenas de verdad y sinceridad...estré ahora siguiendote los pasos de tu danza, nuestra danza...nos vemos prontito!
    carolina

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