La jóven inspiraba profundamente. Se movía de un lado para otro, a veces gimiendo, otras veces sólo respirando al ritmo que le pedía su cuerpo. A veces cerraba los ojos, relajadamente, mientras levantaba la cara hacía el cielo, otras veces los abría, pero su miraba estaba fijada en otro mundo, no percibía lo que había a su alrededor. Una mano cálido le alcanzo la espalda. No hacía falta palabras, pero la jóven mujer percibía la pregunta a través de la mano en su espalda ¿Necesitas algo? Volvió a la conciencia lo suficiente como para saber que estaba apoyada, por dentro por su gran madre, y por fuera por la mujer sabía, la doula que sabía estar y acompañar sin dirigir. La mujer a su lado sintió a la jóven relajada debajo de su mano, y se alejó para cerrar la ventana que estaba medio abirta. Era ya de noche, la luna llena les contemplaba desde el cielo y una brisita hacía mover las ramas del árbol fuera de la ventana. No faltaba mucho, o quizás sí, dependía de cómo la jóven mujer y su hijo a punto de nacer decidieron caminar juntos los últimos pasos hacía la nueva vida. La mujer doula se sentó en el suelo al lado de otra mujer. Con una sonrisa le recibió y le agarró de la mano. Estaba contenta y feliz, contemplando como la luna, cómo se producía el milagro más grande de la vida. Si la jóven mujer que se movía entre las velas casi en éxtasis, saliera de su estado profundo conectada con su poder y mujer salvaje, estaban ahí para volver a alejar el mundo exterior y dejarla adentrar en sí misma. Si en algún momento flaqueaban sus fuerzas o coraje, si su cuerpo pedía unas gotas de agua o té, estaban ahí. Si el bebé a punto de nacer, junto con su madre, decidieron emprender otro camino más difícil, también estaban ahí. Estaba la comadrona sentada en el suelo por si necesitaba apoyo o ayuda si su cuerpo no recordaba cómo proseguir. Estaba la doula, para acompañarla y darle soporte si hacía falta, devolverle la confianza en su propio cuerpo. Pero por el momento sólo hacía falta asegurar que la mujer pariendo seguía entre los dos mundos, conectada con lo más profundeo de sí misma, con su poder femenino y su fuerza creadora.
Una doula es una mujer que acompaña a una madre hacía un embarazo, parto y puerperio consciente. Antiguamente, la sabiduría de la sexualidad y el cuerpo femenino se transmitía entre las mujeres de la misma familia o tribú, pero en nuestra sociedad se ha perdido esta conexión tan importante entre las mujeres. Para una maternidad relajada y feliz, la madre tiene que poder expresar sus miedos y confiar en sí misma y su cuerpo, tener la información necesaria y sentirse conectada con su fuerza interior.
La doula es una mujer que se ha formado en las distintas etapas del ciclo de la sexualidad femenina, como el embarazo, la lactancia, el parto y el puerperio.
Durante el embrarazo la doula le ayuda a la mujer a encontrar la información que necesita para poder elegir cómo y dónde parir, le enseña a confiar en su propio cuerpo y cómo vivir un embarazo consciente conectada con su bebé. Cuando llega el momento del parto, la mujer y la doula han trabajado juntas los miedos y temores, y la doula acompaña a la mujer ayudándola a conectar consigo misma y a ser la protagonista del parto.
Después del parto la mujer se encuentra en el profundo mar del puerpério y el apoyo de la doula puede ayudar y evitar problemas en la lactancia, depresión postparto y ansiedad de todo tipo. Una doula enseña a la mujer a conectarse consigo misma, con su mujer salvaje y su madre interior. Sólo la madre sabe cómo parir, y qué es lo mejor para ella en ese momento, pero para eso hace falta un trabajo interior y sentirse acompañada en este momento tan importante en la vida de la mujer-madre y la del bebé.
Disfrutar del inicio de la maternidad acompañada por una doula, debería ser el derecho de cada mujer.
Sofia , muy bonita la entrada, que bien lo has descrito la esencia de las doulas.
ResponderEliminarHace un par de dias dejé un comentario aqui mismo pero no lo veo, aunque con el despiste que tengo igual no le di a publicar, jajaaa. Bueno guapa, te decia en él que tienes un premio en mi blog. Besos